MIEDO A LO DESCONOCIDO
Lectura: Hebreos 11:8-12
"Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció
para salir al lugar que había de recibir como herencia;
y salió sin saber donde iba." (Heb.11:8).
¿Alguna vez Dios te pidió que hicieras algo aparentemente irracional o que te llevaba al terreno de lo desconocido? ¿Que pasaría si te pidiera que rechazaras un largamente esperado ascenso en el trabajo, o una anhelada relación con alguien? ¿Y te llamara para ir a un lugar remoto de la tierra o te pidiera dejar que tu hijo le sirviera en un lugar lejano? ¿Y si pasa esto o aquello...? Aun así, cuando seguimos al Señor, Él suele llamarnos a recorrer territorio desconocido. Obedecer sus mandamiientos de perdonar, entregar nuestros tesoros o abandonar las cosas que nos brindan seguridad y placer nos deja a menudo en lo qué irá a pasar. Imaginate como se habrá sentido Abraham cuando Dios le pidió que trasladará a su familia sin decirle a donde. " Pero Jehová había a Abraham: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tirra que te mostraré. Y haré una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás de bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren los maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra" (Génesis 12:1-3). También le demandó perseverancia; es decir, es decir que se quedará en una tierra desconocida, aunque las atractivas comodidades del pasado amenazaran seducirlos, tanto a él cómo a su familia, a regresar al entorno seguro de Ur. El miedo a lo desconocido podría impedir que siguiéramos la guía de Dios en los días que están por delante.
CUANDO NOS AFERRAMOS AQUEL QUE SABE TODAS LAS COSAS, ESTAMOS EN BUENAS MANOS, NO IMPORTA EL DESTINO.
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