EJERCIENDO FE
"Conforme a la fe murieron todos éstos
sin haber recibido lo prometido, sino
mirándolo de lejos, y creyéndolo, y
saludándolo, y confesando que
eran extranjeros y peregrinos
sobre la tierra" Heb.11:13
Abel, Enoc, Abraham y Sara tuvieron algo en común. Todos tuvieron fe en la Palabra de Dios. Recibieron promesas de parte de Él sin que fuesen cumplidas y al final todos, menos Enoc, murieron. Así dice el texto de cabecera. Enoc fue llevado al cielo pero todos están incluidos en la lista de los heroes de la fe en Hebreos 11. Su andar por fe es registrado a fin de estimularnos a los cristianos de hoy a mantener intacta nuestra profesión de fe sin echar pie atrás. "Más el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma" Heb. 10:38-39. Un creyente en Cristo se enfrenta muchos desafíos en su vida que requieren el ejercicio de su fe, o confianza en Dios. Dios nos honra cuando le creemos en dependencia de Él. ¿Ud. vive en comunión con Dios y depende de Él cualquiera que sean las circunstancias?.
Un problema que a veces que a veces invade nuestro corazón es la duda. Viene a veces en forma de una pregunta como:¿realmente han sido perdonados mis pecados? O ¿hay un cielo realmente después de la muerte? cuando se deja llevar por la duda, abre la puerta para que entre el desánimo. La Biblia establece que "En el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito:Mas por la fe el justo vivirá" Rom.1:17. La fe es como el combustible que hace funcionar el motor. La razón porque Abraham y Noé pudieron continuar en su camino de obediencia fue su completa confianza en Dios. Abraham "esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios"Heb.11:10. La clave está en que "estos sin haber recibido lo prometido" lo miraban de lejos, creyendo en Dios. Abrazaron las promesas como compañeras en su andar diario con el Señor.
Cuando la fe es parte integral de nuestra vida, permitimos que Dios nos guie en las actividades cotidianas. Los principios que él ha dejado en la Biblia nos lleva a abandonar las ideas nuestras para agradarle a Él. No hay mejor Capitan para el barco de nuestra vida, sino el Señor.
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