Porque el pecado se puede asomar
"En muchas palabras no falta pecado; Más
el que refrena sus labios es prudente" Prov.10:19
En alguna ocasión nos ha pasado, así que que no puedes negar que en alguna momento de tu vida has hablado demasiado y el pecado se ha asomado.
Cuando alguien ha hablado en contra de nosotros o nos ha acusado de algo que a lo mejor no hemos tenido culpa, no podemos negar que es difícil que nos quedemos callados.
Para algunos más que para otros les es difícil que darse callados. Yo padezco de este mal, a veces quisiera atadme la lengua para no responder a alguna acusación, pero la vieja naturaleza carnal, no me lo permite y en la mayoría de las veces tengo que defendedme.
El problema no es tanto el defenderme, Aunque bien sabemos que nuestro abogado es Dios y él nos defiende de mejor manera que nosotros mismos. Pero el problema radica en hablar más de la cuenta, al exultarte o cuando las palabras suben de tono. es ahí donde el pecado desea aparecer, cuando ya no tenemos el control de nosotros mismos, sino que llevados por la emoción comenzamos a decir palabras que después de dichas nos arrepentimos.
otro momento en donde hablar de más nos puede llevar al pecado, es cuando estamos ahblando de una persona a espaldas de ella, más aún cuando se está criticando.
Lo mejor que podemos hacer para agradar a Dios es evaluar lo que estamos hablando, colarle en la presencia de Dios y ponednos a pensar que si Jesús estuviera en medio de esa conversación, ¿Hablaría de más? O ¿Hablaría de esa manera?, es ahí donde tenemos que tratar que en cada conversación que tengamos pensar que Jesús está en medio de esa conversación y no hablar lo que no nos gustaría que Jesús escuchara.
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