Voy a seguir tus huellas
Jesús, definitivamente.
Solo beberé el agua de tu fuente,
Solo amaré el fulgor de tus estrellas
Y hacia tu faz afirmaré mi frente.
¡Cuán pavorosa la aventura
De mi triste desvío!
Mis flores eran cardos, la amargura
De las aguas de Mara mi dulzura,
Mi luz la sombra y mi calor el frío.
Más torno a ti Jesús, hermano mío,
Y hoy sí tendrá mi ruta nuevamente
Olor de nardos y brillar de estrellas,
Porque definitivamente
Voy a seguir tus huellas.
_Gonzalo Báez Camargo