Dios sana tus heridas
"Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas" (Salmo 147:3).
Hay heridas que dejan marca. Cuando era niño andaba mucho en bicicleta. Y como todo niño la tenía medio rota. No tenía los pedales ni los guardabarros. la bicicleta la había heredado de mi hermano mayor. Un día yendo en la bicicleta tome una curva a mucha velocidad y perdí el control. Los pies se salieron de los pedales y casi me voy al suelo. Desesperado apoye los pies en el suelo, recobré la estabilidad y evite el desastre. No me había dado cuenta, pero en ese movimiento brusco, mi pierna rozó contra el pedal roto y el hierro me hizo un corte de diez centimetros en el pie izquierdo.
Pasaron más de 40 años y la cicatriz sigue estando. Pero todavía recuerdo con la velocidad que mi padre actuó cuando me vio venir con la pierna ensangrentada. No le interesó la bicicleta ni si había tomado la curva a mucha velocidad. Solo quiso saber conque me había cortado. Luego analizó la profundidad del corte, lavó bien la zona para que no se infectara, puso alcohol y después vendó la herida.
Cuando terminó de vendarle, me abrazó fuerte un rato y después me dijo: No seas travieso, tienes que tener más cuidado. El abrazó y las palabras cariñosas me curaron más que el alcohol y las vendas.
Dios es tu Padre y te ama con amor eterno. Él sufre cada herida tuya y le duele tento o más que a ti Dios cuenta de tus lagrimas y sabe de tu angustia. Por eso cuando te ve herido y sufriendo actúa con velocidad y certeza. Dios busca sanar la herida de tu corazón quebrantado. Difícilmente sangre esa herida, pero puede ser que sea más dolorosa y deje una cicatriz aun más profunda. Dios te cura con el bálsamo de su Espíritu y te venda con sus manos tiernas.
Deja a Dios que te cure, que pueda sanar tu corazón quebrantado, que pueda vendar tu alma triste. Él sabe como curarla. tal vez quede cicatriz, pero seguro que dios te sana.