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Maravillosa gracia
"Convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar a muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos" Heb.2:10. Citando el Salmo 8 verso 4, el escritor de la carta de los Hebreos hace la pregunta que causa la admiración. "¿Que es el hombre, para que te acuerdes de él. O el hijo del hombre, para que le visites"? Heb. 2:6. El hombre es tan pequeño en comparación que nos parece lógica la pregunta: ¿Que es el hombre? A Adán, recién hecho por el poder de Dios le fue encargado el cuidado de la tierra. Pero Adán no guardó su contacto presonal con Dios y cayó en el pecado echando a perder el proyecto que Dios tenía para con la raza humana. Ahora es doblemente asombroso que dios se acordara del hombre y en vez de dejarlo en el estado pecaminoso en que se encontraba se pregunta, ¿Que es el hombre para que lo visites?. En escalafón de las cosas creadas, Dios hizo al hombre "un poco menor que los ángeles" y luego "le coronaste gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos; Todo lo sujetaste bajo sus pies"vv.7-8 . ¡Maravillosa gracia de Dios para con el ser humano! Quería que fuera el administrador de todas las cosas creadas en el mundo. Cualquier observador opina igual que el escritor de la carta a los Hebreos, "pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas"v.8. El pecado hizo su estrago y privó al hombre de poder realizar lo ideado por Dios. Enseguida la atención es dirigida hacia el Señor Jesús, "Pero vemos aquel fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos" (v. 9). En Adán el objetivo de tener al ser humano "coronado" no fue logrado por causa de su desobediencia. Pero en Cristo Jesús Dios ha logrado su objetivo. Vino el Hijo de Dios desde el cielo y "estando en condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciendose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo" Fil.2:8-9. En desobediencia Adán pecó y trajo condenación a sus "hijos". El texto de Filipenses 2 y el de cabecera destacan la obediencia de Cristo lleva muchos hijos a la gloria para compartir con el Autor de su salvación la gloria obtenida. Para lograr aquello tuvo que sufrir para dejar satisfecha la justicia de Dios contra el pecador. Muerto, sepultado, y resucitado. Cristo es el único perfecto que glorifica a Dios y hace posible que muchos lleguen a disfrutar cual hijos de perdón y la vida eterna. Cobra gran significado lo que dijo Jesús cuando oraba al Padre ante sus discípulos "La gloria me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno"(Juan 17:22). Al contempar la grandeza de lo que hizo Cristo, da ganas de cantar la alabanza que empieza, ¡Maravillosa Gracia!.
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