¡Tenga cuidado!

"Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y
golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba
fundada sobre la roca" (Mateo 7:25).

En Kenesaw, durante a batalla, aquéllos que se aproximaron a
un cierto árbol fueron alcanzados por disparos. Ocho hombres
murieron en aquel lugar.Os acontecimientos dejaban un
alerta: "¡Tenga cuidado!" Un hombre, queriendo mostrar que
no creía en aquello, dijo: "Hallo eso una tontería y no
tengo miedo de ir hasta la árbol. No existe ninguna razón
para si cree que un hombre es más fácilmente alcanzado por
un disparo cuando está cerca de aquel árbol". Se Encaminó
para junto del árbol e inmediatamente cayó, mortalmente
herido. (Talmage)

De la misma forma que acontecía con los hombres en nuestra
ilustración, muchos creen que no hay ningún peligro o
mayores posibilidades de problemas cuando se alejan de Dios
y se aproximan al pecado. Hasta dicen que ir a la iglesia,
recibir Cristo en el corazón, alabar y glorificar al Señor
son tonterías y que nadie debe si preocupar por eso. Quieren
mostrar su coraje al desafiar el peligro y, muchas veces,
solo comprenden el error cuando ya es tarde demás para
volver atrás.

La Palabra de Dios nos relata en todo su contenido: "¡Tenga
cuidado!" Los hombres y mujeres de Dios, que experimentaron
la bendición de una vida más obediente y victoriosa, también
nos advierten: "¡Tenga cuidado!" En diversas ocasiones y de
varias maneras , somos avisados: "¡Tenga cuidado!" Y ¿por
qué no les damos crédito?

La vida es constituida de batallas. Todos nosotros las
enfrentamos. Quiere seamos buenos o malos, no estamos libres
de pasar por momentos de grandes tempestades. Sin embargo,
cuando somos cuidadosos y obedientes a la dirección del
Señor, colocándonos sobre Su abrigo y Su atenciones, menos
probabilidades tendremos de ser abatidos por aquél que vino
apenas para "robar, matar y destruir". En Cristo siempre
seremos vencedores.

Si usted pretende continuar caminando en dirección al
pecado, yo solo puedo le decir: "¡Tenga cuidado!"

 

MIGDALIA