El agradecimiento del anciano
"Y la paz de Dios gobierne vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un sólo cuerpo; sed agradecidos." Colo. 3:15.
Dos veces a la semana un anciano caminaba a pie los tres kilometros que le separaban de la orilla del río. Allí esperaba la pasada de un barco que iba río abajo. Al verlo pasar, se quitaba el sonbrero, y lo movía frenéticamente hasta que el capitan le devolvía el saludo. Al alejarse el barco, el anciano regresaba los tres kilometros hasta su casa. Dos veces por semana, mes trás mes, y año trás año, lo hacía.
Los de la comunidad sabían cuál era la razón porque el anciano iba a saludar. Pero un día un extraño lo vio acercarse al río, y esperar y saludar con entusiasmo al barco que pasaba. Antes de que emprendiera su regreso el extraño le preguntó que significaba aquello y el anciano respondió: Lo vengo haciendo hace 37 años. Fue que una noche yo me encontraba pescando en aguas del río. Yo no lo sabía,pero cayó una fuerte tormenta río arriba y de repente me sení arrastrado `por la aquella tormenta. Mi barca dio la vuelta y yo quedé luchando por mi vida el fuerte corriente del río. Nunca pense ser rescatado, pero en eso cayó sobre mí una cuerda. Lo agarre y me subieron a ese barco, me salvaron y me curaron, y nunca he podido olvidar lo que hicieron esos señores por mí.
¡Que bella reacción la del anciano! Si nosotros hubieramos sido salvados de la muerte por alguna persona, tendríamos enorme gratitud. Pero cabe preguntar. ¿porque hay tan poco agradecimiento para con Dios por lo que Él hace? Tenemos salud, tenemos techo sobre nuestra cabeza, y comida para mantenernos. No necesitamos ser ricos para saber que día a día nuestras necesidades básicas son suplidas. Con todo, ¿Agradecemos a Dios por eso? No se nos ocurre que un grano de maiz no podría dar los multiples granos que salen, si Dios no lo hubiera pemitido?. Expresemos a Dios agradecimiento. Agachemos nuestra cabeza y con siceridad digamos: Señor, yo te agradezco todo cuanto has hecho por mí. Agradezcámosle no solamente por el cuidado diario, sino también por la Salvación provista en Cristo.
El apóstol Pablo, escribiendo a su hijo en la fe Timoteo dijo: "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios" 1 Timo.4:1. En seguida pone en una lista algunas de las características que son tan notorias en el mundo actual. Por ejemplo dice: "Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos". 2Timo. 3:2. ¡INGRATOS! La ingratitud se ve en todo nivel de la sociedad, de los niños para con sus padres, de los padres para con sus patrones, y de los seres humanos hacia sus prójimos, etc. Esto no nada más que el corazón ingrato de la criatura hacia Dios. El mismo apóstol en otra parte instruye a los cristianos sobre su comportamiento. Junto con hablarles sobre el amor que han de tener dice: "y sed agradecidos" Colo. 3:15. ¿Cuándo fue la última vez que ud. agradeció a Dios por algo?.
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