Nacer de Nuevo
"Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entar en el reino de Dios" Juan 3:5.
Cuantos hoy en día asisten para satisfacer su cuota de religiosidad, para acallar su conciencia y guardar una apariencia, se sientan fisicamente en medio de la congregación, pero sus pensamientos están alejados de lo que acontece en ese lugar.
La iglesia visible, la que nuestros ojos pueden ver, difiere de la iglesia invisible, que solamente Dios puede ver, pues Él discierne nuestro corazón, una realidad que lamentablemente no queremos aceptar. ¿Porque? Porque muchos de los que están en las iglesias han sido llamados por el hombre y no por Dios. Han sido convencidos y forzados a entrar y están dentro, del edificio, pero no pueden ver el Reino de Dios, porque para poder ver el Reino, se debe nacer de nuevo.
Este nuevo nacimiento con el dialigo que Jesús tiene con Nicodemo, Jesús le dice a Nicodemo: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; Y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es", y Juan había hecho una declaración similar cuando se refería a los que reciben y creen en Jesús, "los cuále no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios" Juan 1:13. Y recuerda las palabras de Jesús en relación a quien es el llama, "Ninguno no puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo lo resucitaré en el día postrero" Juan 6:44.
La doctrina de la regeración sea perdido de los pulpitos de nuestras iglesias, creyendo que es hombre mismo quien tiene el merito en el propio acto de la salvación. Y es por eso que luego nos preguntamos ¿Cómo es que volvió al mundo si se entregó al Señor? Si puede ser que haya hecho la oración de aceptar a Dios, pero el milagro del nuevo nacimiento nunca lo experimento. El nunca salió del mundo "Salieron de nosotros; porque si hubieran sido de nosotros: habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros" 1 Juan 2:19.
Escribo esto no para generar contraversia sino para que de verdad queremos conocer a Dios podamos examinar nuestra teología a la luz de las Escrituras con un corazón enseñable y una mente abierta a lo que este examen pueda revelar. En oración, no examines el corazón de otros, examina tu propio corazón. "De manera que cada uno de nosotros dará cuenta de sí. Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más decid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano".
Hermanos pastores, consiervos míos en el Señor nosotros no podemos cambiar el corazón de nadie. La Obra y la gloria le corresponden a Él.
Oración: Señor ayúdame a disponer mi corazón a la revelación de Tú Palabra, para que esta pueda transformar mi corazón y mi mente. Te lo pido en el nombre de Jesús. Así sea. Así sea.
@rt~graphique~Marta~V.derechos reservados