Agradezco a Dios, el habermelas puesto en mi camino,
son verdaderas perlas en la obra de Dios, nunca desmayen
porque Dios premia a sus siervos, segura estoy que ustedes
se merecen ese premio departe de Dios.
Gracias preciosas Hermanitas, por haberme apoyado, son
ustedes muy formidables, y muy dulces, quiza ese premio
no lo meresco, pero lo acepto porque Dios asì lo quiere,
y yo seguirè sirviendo a mi Padre, hasta el ùltimo dìa de
vida que Dios me de.
Las quiero mucho,
Araceli