Al canto de los gallos
viene la aurora;
los temores se alejan
como las sombras.
¡Dios padre nuestro,
en tu nombre dormimos
y amanecemos.
Cluz nos visitas,
Rey de los hombres,
como amor que vigila
siempre de noche;
cuando el que duerme
bajo el signo del sueño
prueba la muerte.
Del sueño del pecado
no resucitas,
y es señal de tu gracia
la luz amiga.
¡Dios que nos velas
tu, nos sacas por gracia
de las tinieblas.
(lit.de las horas del pueblo)
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MI_ALBORADA.
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