Nuestra esperanza
"Y si me fuere os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis" Juan 14:3.
¿Y mi hogar puedo llamar
A la casa de Mi Padre en el cielo?
¿Y al reposo de Dios mi reposo venidero,
Mi lugar de libertad?
¡Si!, En aquella luz sin mancha,
Mi alma impoluta vivirá;
¡Más que ganados los anhelos del corazón,
Cuando Dios su reposo nos dará!
La devoción del corazón y la obediencia a Cristo sólo recibirán todo el valor que hayan tenido en pasado cuando lleguemos a encontrarnos con Él.
"vendré otra vez, y os tomaré a mímismo" Este es el lenguaje del amor. Él no dice, enviare a por vosotros. No, esto no daría satisfacción a Su corazón: Es "vendré". Él no se contentaría con no tenernos donde Él está, y sin venirnos a buscarnos personalmente.
"La gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera" Pero si veo al Cordero en medio del Trono, ¡ah!, digo yo, ahora si estoy verdaderamente en el hogar, este es el hecho que eclipsa a los demás, y este es el hecho para mí.
La forma (la venida del Señor) que ha tomado en mi mente es, cómo se relaciona con todo pensamiento y con la relación del cristiano con la Escritura. Nunca la trato ahora sólo cómo si fuera un punto de conocimiento.
Aquel camino sigue cuesta arriba.
Adonde están la vida y la gloria;
Mi reposo en las alturas está:
En perfecto amor
La gloria compartiré.
¿Es el pensamiento de la venida del Señor su deleite diario? ¿Le influye en las miríadas de detalles de su vida cotidiana? ¿O acaso anda tan de la mano del mundo que el pensamiento mismo de Su venida le llena de verguenza?.
Él ha ido a preparar lugar para nosotros. Nosotros estaremos allí para siempre con Él: sin ninguna interrupción, ni decaimiento de gozo, sino más bien con un deleite siempre, cómo siempre sucede cuando el objeto es digno del corazón.
"Respondió Jesús y le dijo: El que me ama mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él" Juan 4:23.
Él mantendrá el papel de siervo incluso en la gloria. Él "se ceñirá y vendrá a servirles" Su amor es Su gloria; cuanto más nos acerquemos a Él, tanto más lo adoraremos.
No hay nada más prácticamente importante para el servicio diario que esperar al Hijo de Dios del cielo. El momento en que estoy esperando al Hijo de Dios del cielo, mi vida viene a tener los tratos de Dios con un objetos, y el objeto es el de alabar y adorar y honrar a nuestro Señor Jesús.
Los antos se convirtieron para esperar al Hijo de Dios del cielo, y cuando perdieron esta perpectiva entraron en toda clase de males. Si no está ud. constantemente esperandole, ¿no le pasará lo mismo? ¿Acaso estarían las personas amontonando dinero y tesoros si sùpiesen que Él viene?.
No uede ir ud. corriente abajo con el mundo que se dirige al océano del juicio. Debe estar eperando Su venida.
ORACIÓN: Padre, gracias por las fuerzas que me das para esperar la venida de Tú Hijo Jesús del cielo, lo creó y se que me ire con Él . gracias por escojernos. En el nombre de Jesús, amén
Ministerio Internacional
-Fuente de Vida-
Fondo Myriam_Lhamya