No nos cuesta hacer un poco de trabajo voluntario,
asistir a grupos
pequeños o ser amable con la gente
nueva en la iglesia.
¿Pero si Dios le
pide que sacrifique su vida social
y su reputación?
María era una mujer joven que se supone debía
casarse cuando Dios
interrumpió su vida social
con un repentino anuncio de que ella estaba
embarazada, no por el que pronto sería su esposo,
si no por el Espíritu
Santo.
¿Cómo se lo va a explicar a sus amigos?
¿Qué pensaría la gente?
Las consecuencias sociales del embarazo
de María era grave.
La gente
podría apedrearla hasta la muerte por cargos
de adulterio, ella podría
causar vergüenza
a toda su familia y
José podía dejarla en cualquier momento.
Y ni siquiera la culpa era de
ella!
¿Alguien le importaría escucharla si intentaba
explicar el bebé
dentro de su vientre?
Sin embargo, su respuesta al anuncio del ángel fue:
“Hágase en mí según tu palabra …”
¿No se preocupó por su reputación?
Por supuesto que lo hizo, pero su
sentido de la
obediencia a Dios era más grande que su
necesidad de
mantener su imagen pública.
Tal vez eso fue lo que hizo Dios la eligiera
en primer lugar.
¿dejamos nosotros que Dios interfiera en
nuestas vidas?
DIOS TE BENDIGA
TE AMO
SILVYNA
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