¡Cómo echamos de menos el pescado que comíamos gratis en Egipto! ¡También comíamos pepinos y melones, y puerros, cebollas y ajos!
Números 11:5
El pueblo de Israel inicio una protesta en medio del desierto, muchos salieron de sus casas para ir a la puerta de Moisés y quejarse de lo que Dios les daba.
Queremos carne! Frutas! Verduras! Estamos artos del mana!
En Egipto podíamos comer todo esto ahora solo comemos mana!
Muchas veces nosotros actuamos de forma parecida, no estamos contentos con lo que Dios nos da, anhelamos aquello que no tenemos y dejamos en poco las bendiciones diarias que Dios nos da.
¿Qué le pides a Dios? ¿Eres feliz con lo que Dios te da?
A veces nuestras oraciones están plagadas de peticiones, quiero esto, quiero lo otro, quiero más, quiero, quiero, quiero.
Moisés se arrodillo y oro a Dios, Dios muy enojado le dijo que les daría carne a todos lo que se habían quejado, les daría carne hasta que murieran.
Y fue así, Dios castigo a todos los que tuvieron en poco lo que Dios les daba, recibieron la carne y cuando comenzaron a comerla murieron.
Nunca olvides que Dios sabe tus necesidades, el sabe lo que necesitas, y te dará lo que necesitas en el momento exacto.
No te quejes ni seas mal agradecido de las cosas que él te da. Agradécele y valora lo que tienes, pues todo eso, aun que sea poco es gracias a Dios.
Yo no tuve cama por un año, quizá suene raro, pero fue así, dormía en un colchoncito de media plaza, sobre el suelo.
Hasta hace un par de meces que me regalaron una cama con un colchón bastante cómodo.
Dios sabe porque no me daba una cama, y gracias a Dios porque aun sin cama tenia me pequeño colchón, un día fui al médico por unos dolores que tenía en la espalda, yo creía que eran por dormir en el piso, él me dijo que dormir así era el mejor tratamiento para tener bien la espalda.
Dios sabe por qué no te da algunas cosas, y sobre todo sabe porque te da lo que ya tienes.
Alabado sea el Señor!
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