Cada pequeña cosa es importante
"Así que hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación del entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" Romanos 12:1-2.
Muchas veces pensamos que hay ciertas cosas que hacemos que no afectan a nuestro futuro pero no es así. las experiencias previas a veces pueden limitarlo de ver las cosas desde el ángulo de Dios. si ud. piensa que algo que parece insignificante no le hará daño en su futuro tenga mucho cuidado.
En términos de iglesia, hay personas que piensan que las "iglesias eran las de antes". Pero no puede vivir con lo de antes a cuestas, tiene que vivir con lo de hoy formando un futuro de victoria. Si anda con lo de antes lo único que puede hacer es vivir nada bueno en su vida porque sólo está pensando en algo que no es presente y no tiene nada que ver con su futuro ¿Se da cuenta? Lo que está diciendo que mira las cosas desde un punto de vista carnal.
No llame al presente sus experiencias pasadas. Mucho menos vaya a permitir que lo priven de hacer lo que Dios quiere hacer con ud. ahora. Créale a Dios y haga cosas que antes no hacía pero que estén alineadas con la Palabra.
Dios quiere enderezarle en sus caminos para que entre en el camino de la abundancia y de la sobreabundancia.
Todo comienza con una manera de pensar, no puede pensar en línea con el mundo y esperar los resultados de lo que Dios promete en su Palabra. Las provisiones del cielo están limitadas por su manera de pensar y sus experiencias pasadas. Cuando sabe que tiene que aplicar los principios de dar y recibir pero por pensar en experiencias pasadas lo que está ud. haciendo es anclando su vida en un lugar que ud, mismo la está poniendo para que no tenga salida. Ud. tiene que decir: "Si Dios lo dice, yo lo creo" y "Si Dios me lo enseña lo voy a practicar" y voy hacerlo con fe y voy a ver la gloria de Dios.
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