Nuestra pascua es Cristo
"Tres veces cada año aoarecerá todo varón delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: es la fiesta solemne del pan sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta solemne de los tebernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías" Deuteronomio 16:16.
Una de esas fiestas, es la Pascua. Y tiene que ver con la libertad del pueblo judío. Conocer aspectos del Antiguo Testamento es una sombra de lo que habría de venir. La esencia apareció en el Nuevo Testamento, que es Cristo.
1 Corintios 5:7 dice:Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis una nueva masa, sin levadura cómo sois; porque nuestra pascua, que es Cristo ya fue sacrficada por nosotros".
Ahora nuestra pascua es Cristo. Nuestro libertador. La pascua que llevó a la gran liberación del pueblo de Israel de la esclvitud consistió en que cada familia tenía que ofrendar un cordero y con esa sangre tenían que pintar los dinteles de la puerta para que cuando pasara el ángel de la muerte los primogénitos fueron resguardados. Todo eso era una sombra de lo que había de venir. De lo que dijo Juan el Bautista: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El cordero que fue ofrecido y derramó su sangre es Cristo y hoy nosotros tenemos vida nueva y comunión con el Padre y la plenitud del Espíritu Santo en nuestra vida y todas las promesas de Dios a tráves de nuestro Señor Jesús.
Usted hoy puede que las enseñanzas del antiguo pacto, en las fiestas de los panes sin levadura, tienen un mensaje que puede ampliar la revelación espiritual para todos aquellos que hemos recibido a Cristo y hemos hecho que Cristo sea nuestra pascua. Ud. fue liberado de la esclavitud del pecado del diablo y de la muerte, es libre. Y esa redención produjo a favor de su vida bendiciones de todo tipo para que a tráves de su vida se manifiesten en la vida de los demás.
Para el pueblo de Israel era el significado de la liberación de la esclavitud. Por eso Dios le dice que no se presente delante de Él con las manos vacías. Ud. hoy, tiene que ser un sembrador agradecido, un adorador que lo va a ir demostrando sembrando y poniendo en práctica los princiìos de la Palabra de Dios en el dar y recibir.
Él ya lo redimió, pero si hay cosas en su vida que tienen más de maldición que de bendición entonces ud. tieene que creerle a Dios y a su Palabra para que eso se corte, se termine y quede atrás. Ud. tiene la unción, el poder de desatar esas bendiciones, de creer a esas bendiciones y no dejarse manejar ni por experiencias del pasado, ni por experiencias de otros, ni por lo que opinen algunos religiosos sino por la Palabra de Dios. Porque la Palabra es la que lo hace libre en la gloria de Dios.
Oració: Padre, hoy recibo las bendiciones porque te creo. Sé que hiciste todo por mí y yo ahora tengo que hacer lo que me enseñas para que todo me vaya bien. Seré de bendición en el nombre de Jesús, amén.
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