Sólo un pesamiento
Enmudecí, quedé en silencio; me callé aun respecto de lo bueno, pero mi dolor se agravó.
Mi corazón se enardeció dentro de mí; fuego se encendió en mí suspirar, y así hablé con mi lengua.
Hazme saber, oh Jehová, mi final, y cuál es la medida de mis días. Sepa yo cuan pasajero soy.
He aquí, has hecho que mis días sean breves; mi existencia es cómo nada delante de ti. De veras , sólo vanidad es todo hombre en su gloria.
En la oscuridad deambula el hombre; de veras, en vano se inquieta por acumular, y no sabe quien lo recogerá.
Ahora, oh Señor, ¿que esperaré? Mi esperanza está en ti.
Líbrame de todas mis rebeliones, no me pongas por burla del insensato.
Enmudcí; no abrí mi boca,porque tú eres quien lo hizo.
Aparta de mí tu plaga; por el movimiento de tu mano soy consumido.
Con castigos por el pecado corriges al hombre, y deshaces cómo polilla su hermosura. Ciertamente vanidad es todo hombre.
Escucha mi oración, oh Jehová; oye mi clamor y no calles ante mis lágrimas. Porque forastero soy para ti, un advenedizo, cómo todos mis padres.
Aparta de mí tú mirada, de modo que me vaya y deje de ser.
Autor desconocido
|