Luego Dios elige a Mari­a y Jose como padres legales de Jesus. Por medio del poder del Espi­ritu Santo Mari­a concibe, es "bendita entre las mujeres" no sobre ellas. Ante la pregunta de Mari­a, el angel Gabriel le dice en Lucas 1:35: "El Espi­ritu Santo vendra sobre ti, y el poder del Alti­simo te cubrir con su sombra. Asi­ que al santo nino que va a nacer lo llamaran Hijo de Dios". Mari­a humildemente acepta la mision divina, esto no la hace diosa, sino sierva de Dios, porque era humana quien dijo: "mi espiritu se regocija en Dios mi salvador". Su poema profetico revela que era menos que Cristo.

 

Posteriormente nace Juan el Bautista, primo de Jesus, quien por revelacion del Senor y profeci­a de Zacari­as, su padre indica el ministerio de precursor de Juan el Bautista, quien prepararia el camino del Mesi­as.

 

Es clave tener en alto el Ministerio del Espi­ritu Santo, quien es nuestro Consolador, el que esta al lado nuestro para guiarnos y para dar sentido de vida a la familia, para que sirva eficazmente al Senor Jesucristo.

 

El Ministerio sin presencia del Espi­ritu, puede ser familia estresada, activa, pero sin poder de lo Alto. Y la presencia del Espi­ritu, sin la familia, es crisis de ministerio. Es importante, ahora ser llenos del Espi­ritu. Un testimonio vivo dia a dia que mujeres son esteriles, no pueden dar a luz, y Dios ha dado llamado como Pastora, etc. y gui­a espiritual, tienen que dejar que el Senor obre en su vida y familia. Dios les dio hijos, y un ministerio para edificar a los creyentes.

Por esto, es vital que ore para edificar familias cristianas...

Padre que tu Espiritu me gui­e a Honrarte y a servir a tu Iglesia.