¿Tú sabes amar? Yo estoy aprendiendo... Estoy aprendiendo a aceptar a las personas, aún cuando ellas me decepcionan. Cuando huyen del ideal que tengo para ellas. Cuando me hieren con palabras o acciones impensadas. Es dfícil aceptar a las personas cómo son
y no cómo yo deseo que sean. Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo. Estoy aprendiendo a amar, estoy aprendiendo a escuchar, escuchar con los ojos y oídos, escuchar con el alma. Escuchar lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos, las manos inquietas. Escuchar el mensaje que se esconde entre las palabras supeficiales. Descubrir la angustia disfrazada, la inseguridad enmascarada, la soledad encubierta. Penetrar la sonrisa fingida, la alegría simulada, la vanagloria exagerada. Descubrir el dolor de cada corazón. Poco a poco estoy aprendiendo a amar. Estoy aprendiendo a perdonar. Porque el amor perdona, lanza a fuera las tristezas, y cura las cicatrices de la incomprensión
y la insesibilidad grabadas en el
corazón herido. El amor no alimenta heridas con pensamentos dolorosos no cultiva ofensas con lástimas y autocompasión. El amor perdona, olvida, extingue todos los trazos de dolor en el corazón. Paso a paso, estoy a perdonar a amar, estoy aprendiendo a descubrir el valor que se encuentra dentro de cada vida, de todas las vidas. Estoy aprendiendo en las personas su alma
y las posibilidades que Dios les da. Estoy aprendiendo pero, ¡que lento es el aprendizaje! ¡Que Difícil Es Amar Incondicionalmente! Todavía tropezando, cometiendo errores, estoy aprendiendo.
Estoy aprendiendo a aceptar a las personas, aún cuando ellas me decepcionan. Cuando huyen del ideal que tengo para ellas. Cuando me hieren con palabras o acciones impensadas.
Es dfícil aceptar a las personas cómo son
y no cómo yo deseo que sean. Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo.
Estoy aprendiendo a amar, estoy aprendiendo a escuchar, escuchar con los ojos y oídos, escuchar con el alma.
Escuchar lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos, las manos inquietas.
Escuchar el mensaje que se esconde entre las palabras supeficiales.
Descubrir la angustia disfrazada, la inseguridad enmascarada, la soledad encubierta.
Penetrar la sonrisa fingida, la alegría simulada, la vanagloria exagerada.
Descubrir el dolor de cada corazón.
Poco a poco estoy aprendiendo a amar. Estoy aprendiendo a perdonar.
Porque el amor perdona, lanza a fuera las tristezas, y cura las cicatrices de la incomprensión
y la insesibilidad grabadas en el
corazón herido.
El amor no alimenta heridas con pensamentos dolorosos no cultiva ofensas con lástimas y autocompasión.
El amor perdona, olvida, extingue todos los trazos de dolor en el corazón.
Paso a paso, estoy a perdonar a amar, estoy aprendiendo a descubrir el valor que se encuentra dentro de cada vida, de todas las vidas.
Estoy aprendiendo en las personas su alma
y las posibilidades que Dios les da.
Estoy aprendiendo pero, ¡que lento es el aprendizaje!