Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”
Jeremías 1:5
Hoy quiero contarle que tiene un tesoro adentro, es muy especial para Dios y lo tiene en esta tierra para hacer algo muy importante. Dios tiene un plan con su vida y le está sembrando semillas con la palabra para que esté adelante, esté arriba, esté para gobernar, para fluir en la bendición de Dios. Él lo va a poner arriba, no va a pedir prestado y va a prestar a muchos. Va a ver el cielo abierto sobre su cabeza y las lluvias de bendiciones sobre su vida.
Quiero darle un ejemplo en la vida de un varón de Dios que aunque exteriormente parecía que las cosas no le iban muy bien por los lugares en que se encontraba, Dios decía que era varón próspero. En Éxodo 32 dice que José iba como esclavo hacia Egipto pero era varón prospero. Usted se preguntará: ¿Cómo iba a ser próspero si era un esclavo? Pero lo decía Dios. Para la idea del mundo eso no es ser próspero, pero para la de Dios sí, porque ya era próspero en su interior.
Si no lo descubrió todavía empiece a descubrirlo ahora. Usted tiene unción para sanar y hay cosas grandes que van a venir a su vida. Ya están hechas, están preparadas, plantadas en su vida, es parte del plan de Dios. A medida que la palabra no se le revela y no lo descubre se va minimizando y pasa la vida sin que se de cuenta ni usted, ni el diablo ni nadie. Pero usted no vino para eso a esta tierra, usted vino a hacer los planes de Dios, arruinarle los planes al diablo y encausar a mucha gente a un destino de grandeza y de gloria.
El Señor le dijo a Jeremías: “cuando estabas en el vientre de tu madre, yo te elegí para profeta”. Le estaba diciendo: “este es el principio y hay un provenir, hay un ministerio profético”. Toda vida viene de Dios, nadie nace por casualidad, Dios lo hizo nacer en el mejor país de la tierra, estar en la mejor iglesia y en la mejor familia con el mejor destino para que sea el hombre o la mujer de Dios que trae los cielos a la tierra.
Por eso quiero que entienda que hoy usted tiene mucho más de lo que puede llegar a estar usando. José era esclavo pero era próspero. Jeremías estaba en el vientre de su madre y era un profeta ¿Usted qué es hoy? Ahora piense ¿Qué es usted en Dios hoy? Y tiene que comenzar a verse así.
Tiene que venir a la reunión con un espíritu abierto, no a cazar moscas, porque sino está perdiendo su destino. Usted lo tiene que descubrir, porque Dios ya lo tenía planeado. Todo lo que no descubra va a fracasar y Dios le va a pedir cuenta porque somos mayordomos.
Si los demás ven que vive una vida mediocre y aprendieron que eso es el cristianismo, no les cambia la cabeza a esos ni con un serrucho. Para cambiarle la cabeza a uno que aprendió mal es re difícil.
Jesús a Pedro le dijo; tu eres Simón pero serás llamado Pedro, le estaba diciendo su destino, que sería un roca que sería fuerte que sería firme y recién lo había visto. Desde el principio sabe cuál es su porvenir. El Señor antes de ir a la muerte y estar con sus discípulos le dice a Pedro: “el diablo te pidió para zarandearte”. Le estaba recordando que un día le había dicho lo que iba a hacer y le está diciendo ahora yo he orado para que tu fe no te falte para que no seas Judas sino verdaderamente Pedro y antes de irse le dice: ¿me amas? Apacienta mis corderos.
Desde el día que lo conoció en el vientre de su madre lo eligió para un destino glorioso. El día que vino al camino, le puso un nuevo nombre. No importa quién es usted, pero está lleno de gloria. Él le anuncia el porvenir cuando le dice el principio.
Oración: Padre, hoy entiendo que tengo mucho más de lo que estoy usando. Creo que lo desarrollaré en el tiempo correcto y camino hacia ese cumplimiento. Me veo cumpliéndolo. En el nombre de Jesús, amén.