Respondiendo con fe
"Ella entonces subió, y lo puso sobre la cama del varón de Dios, y cerrando la puerta, se salió, . Llamando luego a su marido,, le dijo: Te ruego que envies conmigo algunos criados y a una de las asnas, para que yo vaya corriendo al varón de Dios, y regrese. El dijo: ¿Para qué vas a verle hoy? No es nueva luna, ni día de reposo. Y ella respondió: Paz. Después hizo enalbardar el asna, y dijo al criado: Guía y anda; y no me hagas detener en el camino, sino cuando yo te lo dijere, Partió, pues, y vino al varón de Dios, al monte Carmelo. Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita. Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien" 2 Reyes 4:21-26.
Hoy quiero hablarle de un ejemplo de Fe: la mujer sunamita. ¿Recuerda que le hizo un lugar al profeta Eliseo en su casa para que él siempre viniera? Si no lo recuerda lo puede leer en 2 de Reyes 4. Eliseo le dio una palabra a tráves del sirviente que se ahí a un año iba a tener un hijo. Ese hijo nació, un milagro sobrenatural por creer en la Palabra de Dios. Fue una recompensa a esa mujer de pacto, porque siempre tenía una conexión de honra con el profeta. La Palabra dice que si honramos al profeta, tendremos recompensa de profeta. El hijo creció y vemos por la Palabra de Dios que el hijo muere, y ella tiene una reacción frente a todo eso. La mujer estaba frente a una situación trágica. Sin embargo va a tener una respuesta de confianza en Dios, dee esperanza y de seguridad porque era una situación incambiable. Esto no había forma de cambiarlo, pero si embargo Dios lo transformo en una victoria sobrenatural (2 Reyes 4:32-37). Cuando nosotros estamos declarando estamos trayendo los cielos a la tierra y vamos a entrar en una dimensión poderosa con el Señor.
Estamos diciendo que no hay situaciones ni circunstancias no hay prueba en la vida que nos pueda derrotar. Va a reinar sobre la adversidad y en Cristo va a ver victoria en cada área de su vida. Cuando la mujer está expresando que su hijo estaba y que su marido estaba bien. Lo que ella no quiso hacer es poner en su boca la palabra que tenía que ver con la muerte, ella quería hablar vida y bendición. No es que ignorase lo que había ocurrido ni tampoco era indiferente, porque la indiferencia no le va a proveer la victoria. Es que ella tenía fe para hablar la Palabra de Dios y creer que lo que estaba mal Dios lo iba a finalizar en bien. Tome este ejemplo para ponerlo en práctica en su propia vida hoy.
Oración: Padre, te doy gracias por enseñarme una vez más lo que debo hacer para caminar en una vida llena de bendiciones y superar todos aquellos obstáculos que aparezcan en el camino. Iré de victoria en victoria. Lo creo, en el nombre de Jesús, amén.