La maldición de las deudas

"Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Elíseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; Y ha venido el acreedor para tomarse a dos hijos míos por siervos." 2 Reyes 4:1.

Las deudadas traen, entre otros, conflictos matrimoniales. En este texto entendemos cómo el marido al morir dejó a esta mujer con deudas. El mal uso del dinero desencadena dolores, angustias, depresiones, separaciones, enfermedades.

El dinero es de Dios, y si se saba manejar con Dios no tendremos problemas; al pedir un crédito se tiene que saber para que se necesita. De la misma manera hay que proceder con las tarjetas de  crédito, ya que al no poder pagar en su termino genera deudas con intereses. Es aquí donde ud. se hace siervo de las deudas, porque no puede controlar lo que debe, y genera dudas mayores de lo que ingresa.

La deuda es una maldición que Dios no genera (Dios sólo nos da bendiciónes nunca madiciones), sino que la creamos nosotros mismos. El no obedecer a la Palabra produce un desfase en nuestra vida. lo mismo sucede con nuestra vida espiritual. Hay que obedecer el principio de Dios.

La mayor parte de la duda puede ser efecto del pecado, por estar  fuera de control. Por esta razón nunca se meta en una deuda si no está seguro de poder pagarla.

"El extranjero que que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto; y tú descenderás muy abajo. El te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola." Deuteronomio 28:43-44.

Cuando la iglesia no cumple el rol que debe cumplir, otro, que ni siquiera pertenece al pueblo de Dios, se levantará sobre ella por causa del descontrol. Si no hay producción ingresos no hay ingresos. Si el ingreso es menor a la salida ud. está en problemas, porque el extranjero estará por encima suyo. Y nosotros, los cristianos estamos para ser cabeza y no cola.

"El Señor dijo que Él abrirá su tesoro para enviar lluvia a nuestra tierra, y para bendecir toda obra de nuestras manos. Declaró que prestaremos a muchas naciones, y no pediremos prestado. Entonces Jehová nos pondrá por cabeza, y no por cola; y estaremos encima y no debajo. Pero esto sucederá solamente si obedecemos, y guardamos los mandamientos de Dios." Deuteronomio 28:12-13.

A tráves de  nuestras manos bendeciremos toda obra. Ellas producirán para el Reino de Dios sin necesidad de pedir prestado. Es por eso que debemos a aprender a manejar el dinero. El diezmo es parte de ese aprendizaje. Él será quién nos multiplicará, y entonces nos sobrará.

Es necesario comprender que la esclavitud financiera se cconvierte en un gigante, porque se entra en un estado de desesperación, de temor. Cada día trabaja más , dándole entrada a estos espiritus. Sabemos que solamente trabajando se produce; pero no se puede trabajar todo el día, porque de esa manera la deuda se convierte en un gran gigante.

Oración:  Padre, declaró que hoy estoy libre de toda maldición de deudas y me determino a obedecer tus principios día a día, para no producir un desfase en mi vida. Lo creo, en el nombre de Jesús, amén.