Interesémonos en conocer más de ellos, para que así dejemos de desperdiciar lastimosamente nuestras vidas y este mundo material en el que vivimos y que fue diseñado y construido para nosotros, y darnos cuenta, de que ese desperdicio que hacemos de él, se debe a que al imponer nuestra voluntad por medio de nuestro libre albedrío queda abierta la puerta de la mente del conocimiento material de hombre, que, volvemos a decirlo, nos ata y nos sujeta a vivir sin límites en este mundo tradicional y materialista; y lo que esto provoca es que no aprovechemos correctamente los beneficios que nos corresponden como la creación predilecta de Dios, por no querer perder esas vendas espirituales negras y gruesas que nos mantienen sumidos en la ignorancia tradicional del correcto orden en nuestro ser que Dios nos manifiesta, es decir, no queremos aceptar que nuestro ser deberá reconstituirse en espíritu, alma, y cuerpo, en ese orden, y que debemos estar dispuestos a conocer correctamente de ellos para alcanzar el camino que nos conduzca a conocer nuestra verdad existencial.
Se tratará, pues, de que a través de estas reflexiones tengamos una visión y una perspectiva más clara y amplia de lo que realmente es el orden y el propósito de Dios para el hombre en este mundo, en éste hermoso y maravilloso mundo en que vivimos y que fue creado para que disfrutáramos en él a plenitud en el Reino de Dios.
Reflexionemos ahora sobre lo que sigue para que nos vayamos ubicando en la comprensión de lo que aquí se trata de explicar para entrar en el conocimiento espiritual de las cosas de este mundo.