No estás sólo
¿Porque se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas?
Salmo 2:1.
Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cuál encargue en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel
Malaquías 4:4.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mateo 12:28.
¡No estás sólo! Aunque en ocasiones sientas el abandono de los que te rodean, no estás sólo Jesús no te abandona y aunque el enemigo susurra a tus oídos que te des por vencido no lo escuches, no prestes atención a su voz que tiene por propósito destruirte.
¡No estás sólo! El que dijo: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo", no es hombre que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Mantén pues tu vista fija en Él y si acaso te flaquean las fuerzas y sientes que tú no puedes más, clama alto y fuerte y sentirás Su amor rodeandote llenando tu vida de nuevas fuerzas para continuar, pero no olvides, ¡No estás sólo! Recuérdalo y toma fuerzas en las palabras del salmista cuya fe en el Señor y Sus promesas nos llega a través de las edades en las palabras llenas de sentimiento y fervor. "Aunque mi padre y mi madre me dejaren, Jehová con todo me recogerá".
¡No estás sólo! Aprende de los que en la antiguedad se mantuvieron cómo viendo al invisible y vencerás. Si las penas perturban tu vida y el dolor te hace desmayar mira dentro de ti en lo profundo y ve que Dios está contigo y hallarás el valor para continuar. Es duro y difícil mantenerse, pero si te coges fuerte a las promesas de Jesús, alcanzarás la meta; vencerás los obstáculos del camino y llegarás, y aunque todos te hayan abandonados, Jesús no te dejará.
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