(Dios) el único que tiene inmortalidad,
que habita en luz inaccesible;
a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver.
1 Timoteo 6:16
El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.
Juan 14:9.
¿Cómo es Dios?
¿Cómo representar a Dios? Para los antiguos, la idolatría era una gran tentación. Representaban a la divinidad por medio de estatuas de seres humanos, animales o monstruos. La Biblia dice: “Cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles” (Romanos 1:23). En nuestra época la tentación es muy distinta: los hombres tienden a negar a Dios. Para ellos Dios es más bien una influencia que una persona. Lo evocan como «el impulso inicial», «la casualidad», «la madre naturaleza», el «gran todo».
Pero, ¿qué dice la Escritura? Ésta afirma que Dios no puede ser representado, porque es espíritu y es invisible. Además es infinito y eterno; está muy por encima de todos nuestros pensamientos. Habita “en luz inaccesible”. Sin embargo está cerca de cada uno de nosotros (Hechos 17:27). Es Aquel que se revela por sus diferentes nombres y atributos: “Santo”, el “Todopoderoso” , “Dios Fuerte”, “Dios justo y Salvador”, “Dios eterno”, “el Altísimo”, “el Padre”, “el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”.
Como punto culminante de la revelación divina, Jesús es “la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15), es decir, su imagen moral y espiritual. En él podemos ver todos los caracteres divinos: la bondad, la justicia, la santidad, la verdad, el espíritu de perdón y el amor total.
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