Las responsabilidades de un pueblo santo
"Porque eres pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que seas un pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra" Deuterenomio 14:2.
Algunas personas tienen dificultad en decir en voz alta el quinto libro de la Biblia. Deu-te-re- no-mio. Hay algunos predicadores que nos atreven a decrlo en voz alta y desde la estrada piden a los miembros de la Iglesia que busquen el quinto libro. pronunciar el libro puede ser un problema, pero interpretar su contenido exsije aplicación espiritual e intelectual. En el libro Moisés entrega una variada serie de instrucciones al pueblo de Israel, pronto a entrar a la tierra que le fue prometida a Abraham, Isaac, y Jacob. Instruye sobre la familia, la moral, el acecamiento a Dios y esteblece la separación en cuanto a la propiedad. Es un libro interesante y contiene principios que deben aplicarse a la vida en el día de hoy.
El pueblo iba a entrar en una tierra pagana donde los moradores practicaban la idolatría, acompañada de prácticas que reflejaban su ignorancia del Dios verdadero. Dios no quería que su pueblo adoptará las prácticas de los cananeos y continuamente les recordaba que eran pueblo suyo. Con ternura dijo: "Hijos sois de Jehová vuestro Dios. Deut. 14:1. No eran hijo de la misma manera cómo lo somos nosotros, hijos de Dios por el nuevo nacimiento. Llamar a los israelitas "hijos" era más bien un nombre que indicaba que eran un pueblo privilegiado en contraste con los otros pueblos. Ya les había dicho: "tú eres un pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para que seas un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra" Deut. 7:6. Después les dijo: "Jehová ha declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su exclusiva posesión, cómo te l0o ha prometido para que guades todos sus mandamientos" Deut. 26:18. El efecto deseado era que el pueblo respondiera con devoción cumplir su voluntad en la tierra prometida, la cual iba a ser suya para siempre.
En el mismo capítulo 14 Dios enfatizó las resposabilidades de los israelitas sobre el cuidado de sus cuerpos para no cortarlo en momentos de angustia o desesperación. Debían honrar a Jehová pues quería establecer por medio de ellos el nivel de justicia que esperaba hallar en los seres humanos. Hubo instrucciones sobre cuáles fuesen los animales aceptables para comer, y otros llamados "inmundos" que eran prohibidos. Al final del capítulo Moisés intruyó sobre sus ganacias y la obligación de entregar el diezmo en apoyo a los levitas. La clave para cumplir sería la gran verdad revelada de que era un pueblo santo, un pueblo apartado para Jehová.
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