Myriam Lhamya
Querida amiga cuánto te amo, sabes cuando leo tu nombre mi corazón
da una vueltecita.
gracias por ser como eres, eres tan especial y tan buena sierva, eres
una mujer que lo da todo y por eso te admiro tanto
tan fiel, tan trabajadora; amada tu trabajo no es en vano, Dios te recompensará
grandemente, siempre he lamentado y lamentaré el habernos separado,
aunque aqui estamos juntas, pero te digo la verdad jamas me parecio que
dejarás el ministerio, y hoy me alegro de seguir contigo en el mismo sentir
te amo Myriam y soy una mujer que te admiro mucho,
Tu hermana y amiga hasta la eternidad,
Perla