Primera Epístola de Juan
"El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" 1 Juan 2:17.
habiendo establecido que todo lo que hay en el mundo no proviene del Padre. Juan el apóstol hace un contraste. Lo del mundo es temporal. El mundo y los deseo que el mundo genera son de poca duración. Estas cosas pasan, pues no tienen forma de continuar de forma indefinidamente. Por otro lado, quienes cumplen la voluntad del Padre permanecen para siempre. Cuando Dios revela en que el hijo suyo debe ocupar su tiempo, sabe que el fruto que produce perdurá para siempre.
Hay bonitas flores que hermosean los jardines pero pronto se marchitan, se secan y se caen. Es un ciclo que continúa renovándose, pero nada permanece. hay cambios continuos. Así es el mundo y sus deseos. "Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca y la flor se cae. Más la Palabra del Señor permanece para siempre. Y ésta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada" 1 Pedro 1:24-25. Cuando el creyente de Cristo hace la voluntad de Dios, busca lo que le complace a Él, y eso trae bendición a otros. El resultado de hacer la voluntad del Señor permanece hasta la eternidad.
Presentar el evangelio al que no conoce a Dios y no sabe que sus pecados pueden ser perdonados es un privilegio. hablar de Cristo como el Salvador es una forma de hacer la voluntad del Padre. "La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad" Malaquías 2:6. Dios es inmutable no cambia, es la fuente de la satisfacción y los resultados de hacer su voluntad son eternos.
Oración: Padre, gracias porque tú Palabra me ha enseñado hoy que hay que predicar tú palabra sobre todo a aquellos que no la conocen. Haré siempre tú voluntad. En el nombre de Jesús, amén.
"El mundo pasa