Arrojados del Paraíso
Después de todo, fue eso que nos arrancó del Paraíso: la inculpación recíproca.
Todos recuerdan la historia. Adán y Eva estaban en el Paraíso y eran felices. nada les faltaba, hata que un día se presenta un tercero en discordía, la serpiente, y le dice a Eva:
¿Es cierto que está prohibido comer de ese árbol?
Eva había escuchado algo de un árbol del cuál no debían comer, pero después se había olvidado de él.
¿Del árbol? Ah si; de ese árbol, es cierto no hay que comer. La serpiente sigue conversando amablemente con ella y, como hablando la gente se entiende; Eva acepta el gran mensaje: que de ese árbol es mejor comer que no comer y, en todo caso, si Dios dijo que no había que comer, seguramente era porque se lo quería comer todo Él sólo,
Así se explicó la serpiente, y Eva admitió que efectivamente era así y que por lo tanto había que defender los derechos de comer del árbol prohibido. Y comió. Y como era buena, cuando vino su esposo, también le dio que comiera. Compartían todo, Eso era el Paraíso.
Después Dios se enojó, según todos recuerdan; pero antes de enojarse, en verdad mantuvo un dialogo. Llamó a Adán, porque él era el responnsable, dado que era quién había recibido la orden de no comer de ese árbol. Adán, que sabía que había sido convocado por Dios, procuró huir, esconderse.
¿Donde andas, Adán?- escuchó una voz que lo buscaba. Aquí estoy- respondió, detrás de un árbol de aquel jardín, un maravilloso huerto.
¿Por qué te escondes de mí?
¿Yo?-susurró Adán- ¿Yo escondiéndome? No es que....en fin sentí un poco de verguenza.
¿Verguenza de que? Preguntó Dios.
De estar desnudo- Dijo Adán, por decir algo.
Pero antes estabas desnudo y no temía verguenza....¿O será que has comido de ese árbol y has tomado conciencia de tu desnudez y sientes vergüenza por eso?.
¿Yo comer?, Bueno, si, no, en fin no sé, lo que pasa la culpa es de la serpiente....
Eva ya no podía confiar en Adán, Adán ya no podía confiar en Eva; a partir de ese instante ellos aprendieron que siempre hay otro que tiene la culpa.
Y el Paraíso ya no fue de los hombres. Porque empezaron a acusarse mutuamente y en lugade del amor creció ek odio entre ellos. El hijo de la primera pareja, Caín se nutrió de ese odio y apredió a odiar a su hermano Abel.
Como consecuenciá, un día buscó un pretexto y....lo mató.
Cocebido como naturaleza, nuestro mundo es un verdadero Paraíso: la tierra es vasta, hay flores, colibríes, alimento, placeres...Pero la lucha empieza con el enfrentamiento entre yo y otro yo. tanto el Paraíso como el infierno están entre nosotros, y sólo nosotros, tú y yo, la familia, los hijos, las relaciones humanas, podemos lograr que esta vida sea un huerto encantador.
¿Entonces por qué no lo hacemos? ¿Por qué no dejamos de acusar, de culpar, y empezamos a vivir en el amor?
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