Hoy...Renunciaré a lo que desagrada al Señor
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"Seis cosas aborrece el Señor y aún siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente. El corazon quemaquina pensamientos inocuos. Los pies presurosos para correr al mal. El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre los hermanos" Prov. 6:16-19.
Si yo quiero ser hoy, un discípulo fructifero debo entender y respetar tanto lo que le agrada a Dios como aquello que le desagrada. La Biblia continuamente nos presenta las cosas que le agradan a Dios y las cosas que le desagradan.
La Biblia lo expresa en este pasaje de Proverbios cuando menciona las siete cosas que Dios aborrece. Hoy decido no ceder antes las siete cosas que surgen de un corazón desprovisto del toque personal de Dios.
Los ojos altivos, demuestran que el orgullo es la madre de todos los pecados.
La lengua mentirosa, la cual se rebela a vivir en el mundo hermoso de la luz y la verdad.
las manos derramadoras de sangre inocente, que se levantan para quitar la vida que aún no ha nacido o del que ya vive.
El corazón que maquina pensamientos inocuos, el cual incuba los más horrendos sentimientos nacidos de un espíritu torcido.
Los pies presurosos para correr al mal, los cuales corren por el camono de su propia destrucción, el testigo falso que habla mentiras, quien cerrando su puño y su corazón expresa su vanidad y el que siembra discordia entre los hermanos, el cual no amando la paz la cercena con un corazón sin sentimientos. Y hoy no quiero ninguna de estas siete cosas que Dios aborrece y que pueden amargar mi vida en este día.
Que mi corazón hoy, pueda andar en los caminos que agradan al Señor los cuales son: los senderos de la humildad, la verdad, el compartir la vida con otros, el corazón que está lleno de buenos y sanos pensamientos, los pies que transitan por el camino del bien, el testigo que proclama la verdad de Dios y aquel que siembra la paz y la unidad entre los hermanos. En esos senderos hoy quiero transitar.
Oración: Padre, gracias porque caminar por caminar no tiene sentido para mi en este día. Más quiero caminar con propósito, sabiendo que caminando con propósito siempre buscaré lo que te agrada. Lo haré. En el nombre deJesús, amén.
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