"Cualquiera que, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca" Mateo 7:24.
Con esas palabras el Señor Jesús nos esta afirmando que nuestra victoria en este mundo depende de nuestra obediencia a sus mandatos.
A veces nosotros buscamos a Dios sin conocer su voluntad. Buscamos a Dios en libros, en alabanzas y sacrficios. Está bien buscar a Dios con todo el corazón, pero la obediencia a su voluntad va en primer lugar. El Señor demanda de nosotros obediencia más que sacrificio.
hay personas que quieren amar a Dios pero se olvidan que eso solo es posible si se tiene la Palabra viva en su corazón. Cuando la Palabra está en el corazón de una persona siempre recordamos lo que Dios quiere para nuestras vidas y por lo tanto actúamos de acorde a su Palabra.
Sabemos que la voluntad de Dios se resume en dos mandamientos:
"Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, , y con toda tu mente. Este es primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" Mateo 22:37-39.
Amar a Dios y amar a otros es lo Dios demanda de nosotros. Sin embargo Dios no nos enseña por medio de su Palabra que significa amar a Dios y a nuestro prójimo.
Te quiero exhortar sin importar cunto riempo llevas en la fe, ni si tienes algún ministerio (más aún), que leas y medites el evangelio de Dios.
Algunos diran ya lo he leído antes, pero yo le digo lealo de nuevo y mire en que área debemos ser obedientes a su voluntad.
Si es deseo que su casa este fundamentada en la roca y no en la arena le exhorto a que lea el libro de: Mateo, Lucas, Marcos y Juan y le pida a Dios su gracia para caminar de acorde a su evangelio. Porque es por medio del Espíritu Santo que somo no solamente oidores sino también hacedores de su Palabra.
|