Encuentro al medio día
"Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será
éste el Cristo?" Juan 4:29.
La mujer caminaba por las calles solitaras de su ciudad. Miraba furtivamente
para asegurarse que nadie estuviera cerca para mirarla con desdén como
solían hacer las mujeres. Andaba bajo un sol de justicia a la hora que pocos
salen a la calle. Ella andaba por el camino que le conducía al pozo milenario
que servía a la ciudad. Era el momento más propicio para ella. Así pensaba
evitar cuchicheos y las miradas condenatorias. Al acercarse al pozo, cio a un
hombre solitario pero no era de su pueblo. La mujer vio instántaemente por
su ropa y su aspecto que era judío. Se sorprendió cuando Él le habló y asi
empezo una conversación reveladora. La historia bíblica es bien conocida.
En la historia de Jesús y la mujer samaritana, se ve claramente la gloria
moral de Cristo. En Isaías 40:22 como el "sentado sobre el círculo de piedra",
Aquel que nunca se cansa. Sin embargo, aquí en la tierra está "cansado del
camino, y se sentó así junto al pozo" Juan 4:6. Está sentado no sólo por un
descanso repararor de su cuerpo, sino porque iba a conversar con una mujer
necesitada. Cristo va a usar este momento de relajación para hablar con esta
mujer. La gracia y la gentileza del Señor Jesús son tan evidentes por la forma
en que Jesús logró penetrar las barreras detrás de las cuáles la mujer se
escondía. Hubo la barrera personal, pues no era normal que un hombre judío
conversará con una mujer samaritana. Existía también la barrera racial, y
parece que la mijer esperaba el rechazo del judío. Además de estas hubo la
barrera ritual. ¿Es posible que un hombre judío tomara agua de un
receptáculo samaritano? Otra barrera era la religiosa los judíos adoraban a
Jehová en Jerusalén y loa Samaritanos tenían su lugar de culto en el Monte
Gerizim. Ninguna de estas barreras disuadió a Jesús para no hablarle a ella.
La vio como parte de los campos ya "blancos para la siega" Juan 4:35.
Anhelaba Jesús que ella tuviera paz y perdón. Quizás el mundo de ella la
hubiera descartado como alguien que no sirviera, pero el Señor la vio como
una persona con potencial para ser una adoradora del Padre para toda la
eternidad.
¿Tiene valor esta mujer? Era un ¡samaritana despreciada! Era una mujer con
pasado sórdido y trágico, con un corazón vacío. Había conocido relaciones
rotas y había experimentado dolores en el corazón afectivo. Jesús quiso que
ella entrara en una nueva relación con el Padre celestial. Las consecuencias de
su conversión a Cristo son multiples. Para empezar, ella misma adquiere un
corazón lleno de gozo. Dejo su cántaro y rapidamente va a la ciudad a anunciar
la llegada del Mesías. Ha encontrado la respuesta a sus ansias. Jesús no
respondió a la invitación de los discípulos a comer porque ha encontrado algo
mejor porque Él ha hallado algo mejor. La voluntad de Dios se cumplió en ella.
Pronto una ciudad entera se conmueve con el testimonio de ella; "venid a ver a
un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?
Juan 4:29. La mujer fue transformada en una nueva adoradora, pues "los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en Espíritu y en verdad; porque
tanbién el Padre tales adoradores busca que le adoren" Juan 4:23. El Señor
continúa buscando a las almas por medio de la predicación del evangelio. Jesús
dice a cada discípulo suyo: "He aquí os digo: Alzad vuestro ojos y mirad los
campos, porque ya están blancos para la siega" Juan 4:35.
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