Los Cristianos y las Venganzas Personales
Leer Mateo 5:38-42
Los religiosos justificaban la venganza personal respaldándose en el
mandamiento que Dios mismo había dado (v.38), sin embargo, Jesús se encarg
de demostrarles su error y el mal uso que ellos hacían del mandamiento divino.
La ley del Antiguo Testamento decía que solamente los jueces y líderes del
pueblo de Dios podían aplicar el "ojo por ojo y diente por diente" cuando alguien
sufría por causa de otro (Dt. 19:17-21).
Por ejemplo: Una persona era agredida y terminaba lastimada. Esa persona se
presentaba delante de los jueces del pueblo con sus testigos. Ellos, los jueces,
hacían comparecer al agresor y si lo hallaban culpable, debía sufrir lo mismo
que él había hecho. Eran los jueces quienes dictaminaban la aplicación del "ojo
por ojo y diente por diente". Entonces, se aplicaba la justicia y no había lugar
para las venganzas personales.
Sin embargo, los religiosos se habían ocupado de aplicar esta ley a las
situaciones de todos los días, justificando y aprobando venganzas personales,
alterando y cambiando lo que Dios había dicho.
Ejemplos de la Vida Diaria.
Nosotros, al igual que aquellos antiguos religiosos, justificamos nuestras
venganzas personales por lo que nos hacen los demás. Pero en el fondo, al
pagar con la misma moneda, somos exactamente como ellos. Nos vengamos y
nos destruimos mutuamente. Por ejemplo:
· "No me hablas, no te hablo"
· "¿Eres indiferente conmigo? Seré indiferente contigo".
· "¿No te importa lo que me pasa? A mí tampoco me importará lo que te suceda"
· "Me humillas y me maltratas. Todos se enterarán de la clase de persona que eres"
· "No quieres tener sexo conmigo, entonces me busco otra".
Los ejemplos podrían seguir indefinidamente, pero en todas hay actitudes de
venganza. No sólo que la venganza personal no soluciona nada de nada, sino que
endurece a las personas en sus rencores y odios, y genera un mayor ambiente de
mayor violencia.
El modelo de Jesús.
Mat. 5:39-42. Jasús presenta, en cuatro sencillos ejemplos, cuál tiene que ser la
actitud de un cristiano. No la represalía ni la venganza personal, sino un actitud de
bendición.
Si hubo alguien que nunca se valió de la venganza ese fue Jesús, "quien cuando le
maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que
encomendaba la causa al que juzga justamente" 1Pedro 2:23.
¿Significa esto que hemos de tolerar cualquier cosa, soportar cualquier maltrato y
no hacer nada? No. No podemos, ni debemos soportar ni tolerar cualquier cosa. Lo
que Jesús está diciendo es "no te rebajes al nivel del que te humilla, ni tomes la
venganza en tus propias manos. No actúes como lo hace él".
A. Pon límites. "Hasta aquí te permito llegar". No vas a volver a agredirme. No
vas a vover a humillarme. No vas a volverme a tratar como una basura.
B. Cumple con tus responsabilidades. Yo debo hacer lo que sé que es correcto
y dejar que el otro se haga cargo de sus propias responsabilidades.
"Independientemente de como tú actúes, yo actuaré para el Señor asumiendo mis
responsabilidades".
C. Perdona. En lugar de vengarte, práctica el perdón. Recuerda que perdonar no es
tolerar cualquier situación, ni permitir cualquier cosa, sino renunciar a tu derecho a
vengarte. Perdoná en el nombre del Señor y sé libre.
D. Deja que Dios ejecute su venganza. (Rom.12:19). Ora por esa persona y
entrégala en manos de Dios, para que Dios haga con ella lo que Él quiera. "Señor, te
entregó a esta persona para que Tú ejecutes tu venganza, para que Tú hagas con ella
lo que Tú quieras.
FFondo: Gelicaz
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