Seguir al Señor
Caleb… había seguido cumplidamente al Señor.
Josué 14:14 Nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido.
Mateo 19:27
El pastor… las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Juan 10:2-4
Caleb “había seguido cumplidamente al Señor”.
¿Qué quiere decir eso? Cuando hacemos una excursión por
la montaña seguimos a un guía.
La relación entre el caminante
y su guía está basada en la confianza
y la obediencia. Al caminar por las cuestas
heladas ponemos
los pies en sus huellas, cuando pasamos
por un lugar rocoso
observamos cómo esquiva las dificultades.
Si el guía decide que es necesario renunciar
debido
al mal tiempo, damos media vuelta.
Pero si afirma que podemos ir hasta la cumbre,
no hacemos caso a nuestro cansancio y
cobramos ánimo.
Del mismo modo el Señor Jesús nos
invita a seguirle.
Al dar su vida por nosotros en la cruz,
nos mostró
que merecía nuestra completa confianza.
Por supuesto,
no lo vemos a él con nuestros ojos,
sino por medio de la fe, con la ayuda
del Espíritu Santo y de la Biblia. Al seguir a alguien tengo los ojos puestos
en él para imitarlo.
Imitar al Señor es tratar de parecerse a él.
En todas las situaciones en las
cuales Dios me coloca,
su objetivo es que sea un fiel reflejo de Jesús:
en mi forma de ser, de hablar, de actuar,
y quizá de sufrir. Para seguir al Señor es necesario conocerlo
primeramente como
el Pastor. El buen Pastor da
su vida por sus ovejas.
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco,
y me siguen” (Juan 10:11, 27).
Editorial La Buena Semilla, 1166
Arte grafico Marta.V. |