El ministerio de la reconciliación
"Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y
nos dio el ministerio de la reconciliación" 2 Corintios 5:18.
El ascensor era lo suficientemente, y tenía capacidad para varias personas. Sin
embargo, Pedro prefirió subir las escaleras, a pesar del maletín pesado; es que
Felipe estaba en el ascensor, y Pedro no quería hablar con él. Nadie entendía
la situación, porque ambos habían sido amigos hacía mucho tiempo. Lo peor
era que ambos se sentían mal con esa situación. Entonces surgió la presencia
de Juana, que sirvió de mediadora para reconciliarlos. Los tres se abrazaron.
A partir de aquel día, Pedro y Felipe volvieron a sonreír.
No sé si percibio que, cuando está disgustado con alguna persona, no tiene paz
no tiene paz en el corazón. Esa era la situación del ser humano después de caer
en el pecado. Recuerde lo primero que hicieron Adán y Eva, después de la
desobediencia, fue huir y esconderse de la presencia de Dios. Esa situación
tampoco dejaba feliz a Dios. porque amaba al ser humano y sufría al verlo huir
de su amor. ¿Qué hacer?.
El texto de hoy enseña que la iniciativa de la reconciliación fue divina, "Todo
esto proviene de Dios" aclara Pablo. El ser humano no se salva porque
quiera salvarse, sino porque Dios quiere hacerlo: es Dios quien lo busca,
incansablemente, hasta encontrarlo.
Afin de que su presencia gloriosa, de santidad y de pureza, no destruya al pobre
pecador, Dios se vale de un mediador; y ese mediador es Cristo. "Quien
nos reconcilió consigo mismo por Cristo". Aquí, encontramos la base de que
había una enorme distancia entre Dios y el hombre, y Cristo se constituyó en
el puente a través del cual podemos otra vez tener acceso al Padre. Con su
naturaleza divina el Señor Jesús toma la mano del Padre, y con su natiraleza
humana toma la mano de hombre caído, a fin de rescatarlo. Y de está manera
reconcilia al hombre con Dios.
Todo lo que necesita es hacer es aceptar que Jesús le tome de la mano. Y hoy
puede ser ese gran momento, porque cada mañana puede ser una nueva
oportunidad.
No salgas, sin saber que "Todo esto proviene de Dios, quien nos renconcilió
consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación".
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