El Regalo Más Bello: ¡El Perdón!
Ps. Diego Arbeláez
"Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen". (Mateo 5:44).
La enseñanza de los maestros religiosos de la época de Jesús respecto a las ofensas del prójimo era esta: "Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo". (Mateo 5:43)
Uno se pregunta, ¿Dónde encontraron esto en el Antiguo Testamento? ¿Hay en la Ley de Dios alguna afirmación que diga tal cosa? ¡No! Antes dice lo contrario:
"No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Levítico 19:11).
Jesús trae una enseñanza muy distinta. No solamente dice que no debemos tomar represalias contra nuestros enemigos, sino que debemos tener una actitud positiva hacia ellos:
-"Amad a vuestros enemigos".
Ser bueno con quien es bueno, no ofrece ninguna dificultad. El heroísmo consiste, justamente, en ser bueno con quien es malo, en permanecer sereno frente a las personas irritantes, en ser generosos con los egoístas e impertinentes.-"Bendecid a los que os maldicen".
Responder palabras amables a los que nos dirigen palabras ofensivas.-"Haced bien a los que os aborrecen".
Hacer actos de benevolencia en lugar de usar represalias y venganzas.-"Orad por los que es ultrajan". Disculparlos delante de Dios cómo Cristo mismo lo haría con sus verdugos desde la cruz.
Un hermano en el sur de la China tenía una plantación de arroz en una meseta. En tiempos de sequía utilizaba una moto-bomba para subir el agua desde el canal de irrigación hasta su plantación. Su vecino tenía una plantación al lado y una noche abrió un surco para que el agua pasara a su terreno y regara su plantación.
Cuando el hermano reparaba el daño que el otro deliberadamente había hecho y volvía a bombear agua para su arrozal, el vecino volvía a abrirlo escurriéndose así toda el agua para su terreno. Esto ocurrió tres o cuatro veces, hasta que consultó con los hermanos en la iglesia. Les dijo que había tratado de ser paciente y no vengarse, pero ahora les preguntaba si esto era justo. Después de orar juntos uno de los creyentes dijo:
"Si solo hacemos lo que es justo, entonces seremos cristianos muy débiles. Debemos hacer algo más que lo esencialmente justo". El hermano quedó impresionado. A la mañana siguiente bombeó agua para el arrozal de su vecino, y por la tarde bombeó para el suyo. De esta manera no solo solucionó el problema sino que su vecino quedó tan sorprendido que comenzó a indagar sobre el evangelio y con el tiempo se convirtió al Señor.
Ser amable con el enemigo denota una profunda astucia. La cortesía inesperada e inmerecida desconcierta al patán y le permite a uno tomar ventaja. Por eso, quién presenta la otra mejilla, quién camina la segunda milla, no es sino un práctico hombre de negocios.
La mayor evidencia de nobleza de un cristiano es demostrar su dominio propio. El que puede mantenerse inconmovible en medio de una tempestad de injurias es uno de los héroes de Dios.
Hay que mostrar más rapidez en calmar un resentimiento que en apagar un incendio, porque las consecuencias del resentimiento son infinitamente más peligrosas que los resultados del incendio; el incendio finaliza abrazando algunas casas a lo más, mientras que el resentimiento puede causar guerras crueles, con la ruina y destrucción de muchos pueblos.
Si usted ha sido agraviado no se haga daño con el rencor o la venganza. Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga. Muestre su grandeza al perdonar.
El camino del odio es un camino fácil, es la línea de menor resistencia. No se necesita tener un carácter superior para odiar. Basta con dejar que los impulsos de nuestra naturaleza pecaminosa sigan su curso, basta con dar vía libre al ímpetu animal que todos tenemos en nuestro pecho.
Para odiar no se necesita del heroísmo y la bravura de una lucha moral a brazo partido. De hecho, no importa cuán fuertemente bata los brazos y apriete los puños, es únicamente el débil moral el que se entrega a odiar.
Odiar es un despilfarro del corazón y el corazón es nuestro mayor tesoro. "El odio es la cólera de los débiles", anotó un sabio.
Cuando alguien nos agravie no solamente devolvámosle bien por mal, con lo que ya lo habremos humillado sin proponérnoslo, sino demostrémosle que nos ha hecho un beneficio, con lo que lo hacemos sufrir de remordimiento.
Así que, perdonemos a nuestros enemigos, no hay nada que les moleste más."El resentimiento es como tomar veneno y esperar a que la otra persona muera".
"El resentimiento es como tomar veneno
y esperar a que la otra persona muera".
¡¡¡ B e n d i c i o n e s !!!
Myriam