Casa Sobre la Roca
"Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será
semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia,
vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Y todo el
que estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre
insensato que edificó su casa en la arena y cayó la lluvia, vinieron los torrentes,
soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su
destrucción" Mateo 7:24-27.
Con estas palabras el Señor Jesús nos está afirmando que nuestra victoria
depende de nuestra obediencia a sus mandamientos.
A veces nosotros andamos buscando a Dios sin conocer su voluntad. Buscamos
a Dios en libros, en alabanzas, en sacrificios. Esta bien buscar a Dios de todo
corazón, pero la obediencia a su voluntad siempre viene primero. El Señor
semanda de nosotros obediencia más que sacrificio.
Hay personas que deseam amar a Dios pero se olvidan que esto es posible sólo
si se tiene la Palabra viva en su corazón. Cuando la Palabra viva está en el
corazón de una persona siempre recordamos lo que Dios quiere para nuestras
vidas y por lo tanto actuamos de acuerdo a Su Palabra.
Sabemos que la voluntad de Dios se resuume en dos mandamientos:
"Jesús le dijo: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
mente. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos.
El segundo se parece a este: Ama a tu prójimo como a ti mismo"
(Mateo 22:37-39).
Amar a Dios y amar a otros es lo que el Señor demanda de nosotros. Sin
embargo Dios nos enseña por medio de su Palabra que sinifica lo que es amar
a Dios y a tu prójimo.
Le quiero exhortar a que sin importar cuanto tiempo tenga en la fe o cual sea
su necesidad espiritual lea y medite en el evangelio de Cristo.
Algunos dirán ya lo he leído antes, pero le digo lealo de nuevo, estudielo, y
mire en que área necesitamos ser obedientes a su voluntad.
Si es su deseo que su casa este fundamentada en la roca y no en la arena le
ruego a que lea los libros Mateo, Lucas, Marco y Juan y le pida a Dios su gracia
para caminar de acuerdo a su evangelio. Porque es por medio del Espíritu
Santo que no sólo somos oídores sino mejores hacedores.