No te afanes por hacerte rico… ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas. - Proverbios 23:4-5.
¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? - Mateo 16:26.
En un cementerio, una antigua tumba lleva este sorprendente epitafio: «Enoch Addis, fallecido el 5 de agosto de 1830 a la edad de 73 años. Pasó toda su vida adquiriendo propiedades». ¡Cuántos Enoch Addis hay en este mundo! Se fatigan, luchan, pasan días y noches ideando nuevos sistemas para enriquecerse. Hacen fructificar su patrimonio, aumentan sus capitales, amplían sus propiedades… Y olvidan a Dios.
A ese respecto Jesús expuso en una parábola la historia de un rico propietario que construyó grandes graneros para guardar sus abundantes cosechas. Con satisfacción se dijo: Tengo muchos bienes guardados para muchos años. Ahora puedo descansar, beber, comer y divertirme. “Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?” (Lucas 12:16-21).
Algún día tendremos que dejar todo. Entonces ¿adónde iremos? No podemos escapar de Dios. Ahora mismo debemos prepararnos para encontrarle. Aceptemos por la fe la salvación que él nos ofrece. Entonces descubriremos la vida, la verdadera vida que no consiste en amontonar riquezas sino en conocer a Dios y a su Hijo Jesucristo, a quien ha enviado.