Mantengase cerca del Todopoderoso
Como hijos del Altisimo estamos llamados a caminar con Él, ya sean gratas o difíciles las circunstancias. Ambas pueden ser un reto.
En tiempos buenos, podemos perder de vista cuanto dependemos de Dios. Por supuesto, aún así necesitamos muchisimo su dirección y su cuidado, pero los periodos "placenteros" pueden empañar esa realidad y crear en nosotros una disposición de autosuficiencia. Para evitar eso, debemos autodisciplinarnos para llenar nuestra mente y nuestro corazón con la Palabra de Dios, orar por su dirección, y escuchar su respuesta.
Por el contrario, en el tiempo difícil puede acercarnos a nuestro Creador en busca de sustento y ayuda. Con Cristo a nuestro lado podemos atravesar sin temor cualquier situación. Como lo advirtió nuestro Señor Jesús, la aflicción es inevitable (Juan 16:33). Pero tenemos la posibilidad de elegir como responder. Podemos dejar que las situaciones dolorosas nos más dependientes del Señor, o que la duda, la depresión y la ira nos invadan.
El Señor promete darnos su poder y su fuerza para vencer todos los gigantes que se levanten en nuestra contra. Nuestra responsabilidad es permanecer a su lado y seguir donde Él nos dirigir aunque no nos guste o no entendamos lo que está sucediendo. Nuestra meta debe alinearse con la del apóstol pablo: "He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe" (2 Tim. 4:7).
¿Donde se encuentra usted hoy: en medio de una prueba, o de circunstancias placenteras? Este consciente de que tentaciones tales como el desánimo o la apatia lo pueden apartar de caminar con el Padre Celestial. ¿cuando salga de esa situación podrá decir, como el apóstol Pablo, que terminó bien?.