La gracia de dar
 

"Así mismo, hermanos, os hacemos saber de la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia" 2 Cor. 8:1.

 

Él les hace saber la gracia de Dios que sea dado a las iglesias de Macedonia que incluye a los Filipenses, los Tesalonicenses y los de Berea. Pablo en su exhortación declara: "abundad también en esta gracia" Pablo le llama al dar, una "gracia".

 

¿Qué significa la palabra "gracia"? Tradicionalmente, siempre se ha entendido la gracia de Dios como "favor inmerecido". Esta es tan sólo como una definición. Otro significado que se encuentra en la Palabra de Dios es el siguiente:

 

La gracia de Dios es el poder divino de Dios, es una capacitación divina, una habilidad impartida divi-namente. Es Dios mismo poniendo algo en nuestras vidas, que causa que cosas se empiecen a manifestar sobrenaturalmente en nuestras vidas.

 

Un perfecto ejemplo de este signi-ficado se encuentra en 2 Corintios 12:9: "Y me ha dicho; bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriare en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo".

 

También dijo Pablo que esa gracia que se le había dado era la habilidad o el poder de Dios. La palabra "Poder" que se perfecciona en la debilidad, es la misma palabra griega "Dunamis" que el Señor uso en Hechos 1:8: "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, y en Samaría, y en lo último de la tierra."

 

Jesús dijo que gracia es la habilidad o el poder de Dios. Gracia nos capacita con el poder de Dios para vencer toda necesidad en nuestras vidas. Si es por la gracia de Dios y no de nuestra naturaleza dar.

 

"Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra" 2 Cor. 9:8.

 

El poder manifestado de Dios, es decir la unción para prósperar, es la que hace que abunde en nosotros toda gracia, para que teniendo siempre en todas las cosas lo suficiente, abundemos para toda buena obra.