3 Dispuesto a padecer
"Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento" 1 Pedro 4:1.
Todos los que sirven a Dios deben tener una característica adicional: deben de estar dispuestos a padecer.
Esto también es profundamiento esencial. Pero antes de tratar este tema en particular, veamos cual es la actitud de un cristiano hacia el sufrimiento.
La enseñanza de las Escrituras es bastante simple: Dios no desea ver sufrir a su pueblo. Nosotros somos los representantes de Dios aquí en la tierra. Y para estar seguros de que Dios no quiere que suframos nos lo confirma en su Pallabra.
"Jehová es mi pastor; nada me flatará" Salmo23:1.
"A los ricos de este siglo manda que no sean, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da de todas las riquezas en abundancia para que las disfrutemos." 1 Timoteo 6:17."
Debe quedar claro que estar dispuesto a sufrir no es lo mismo que el sufrimiento en sí. Simplemente significa que delante de Dios, tengo el deseo de soportar dificultad, escacez, o pruebas por El Señor. Estoy dispuesto a hacerlo y lo haré gozoso, esto es estar dispuesto a padecer. Filipenses 4:11-13 "No lo digo porque tenga escacez, pues he aprendido a contentarme
cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así como para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" .
Supongamos, por ejemplo, que hoy Dios le brinda alimento y ropa, y una vivienda mejor, con mejores muebles. No esta mal que disfrute de estas cosas. Puede aceptar todo lo que Él le provee; sin embargo; sigue teniendo un corazón dispuesto a padecer por Él. El problema que encontramos es que muchos hermanos y hermanas, así como sus familias retroceden ante la menor provocación. No están dispuestos a padecer. Por favor comprenda que la Obra no puede esperarle. tenga comida o no, de todas formas debe de trabajar.
Tenga ropa o no, de todas formas debe de seguir sirviendo al Señor. Cuando esté bien trabajará, cuando esté incomodo seguirá trabajando. Esté enfermo o goce de buena salud, servirá. Así sabrá si está armado para padecer o no. Esta es un arma poderosísima, ante la cual Satanás se ve atado.
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