Salvado por la sangre del Cordero
"Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; más éste ningún mal hizo" (Lucas 3:40-41).
jesús fue crucificado entre dos criminales. Escrito arriba de Él decía: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. Uno de los criminales se reía de Jesús diciéndole que si era el rey de los judíos se salvara Él y los salvará a ellos dos.
El otro criminal le arengó diciendo: ¿No tienes temor de Dios ciando estas muriendo? Nosotros merecemos morir, pero este hombre ningún mal ha hecho. Jesús acuérdate de mí cuando estes en tu reino. Le respondió Jesus diciendo: "estarás conmigo hoy en el paraiso". Esta es una solemne promesa.
Al morir en la cruz, Jesús quitó nuestro pecado. Su sangre nos limpia de todo pecado. Lo único que tenemos que hacer es acercarnos a Él. El criminal arrepentido reconoció que había hecho mal y le pidio a Je´sus que se acordara de él. El no pidió perdón simplemente le pidió que se acordara de él. Solo ese simple deseo fue suficiente para recibir la salvación eterna.
Dios te ama y quiere que le conozcas. "Porqque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna" Juan 3:16.
Dios nos ha creado a cada uno de nosotros para cumplir su plan perfecto que nadie más puede hacerlo, "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" Romanos 3:23. cada un debido al pecado esta fuera del blanco. El pecado nos retiene de que se cumpla el plan perfecto de Dios para nuestras vidas. Según los estándares de Dios de perfección de Dios, es bueno, únicamente Jesús sin pecado es bueno.
Debiido al pecado, hay una gran separación entre nosotros y Dios. Tratamos de llenar esa brecha a través de cosas como los negocios, el legalismo religioso, el fanatismo de sectas, los amigos, las fiestas, la acumulación de poder y las mansiones terrenales, las obras de caridad, las doctrinas de falsos profetas, el ocultismo, etc. Sin embargo aún así no estamos satisfechos. El vacío que sentimos dentro de nosotroa mismos, a pesar de ttodos los logros terrenales, es el resultado de darle la espalda a Dios. Somos inxapaces a través de mantenernos ocupados y llenos de falsa espiritualidad de llenar un vacío que sólo Dios puede cubrirlo.
Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" Juan 14:6.
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