Enseñados por Dios
En el mundo animal hay ejemplos que sirven para enseñarnos verdades que encontramos en la Biblia. Un cazador fue testigo de un caso de protección efectuada por un pájaro frente al peligro de una serpiente.
"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, él me amó y se entregó a sí mismo por mií" Gálatas 2:20.
Un cazador que trabajaba en la selva relató una experiencia suya cuando vio como Dios puso el cconocimiento de una hierba venenosa en la mente de un ave. Dijo: "Un día hermoso salí temprano, llevando mi comida y mi rifle para cazar. después de algun tiempo de andar me refresque sentado en un troco caído. Luego un pájaro llamó mucho mi atención porque agitaba mucho sus alas entre las ojas de un árbol.Comprendí que ese pájaro estaba en un gran problema y quise ver lo que le ocasionaba esa dificultad. Luego me di cuenta que una de las serpientes más venenosas subía por el árbol. Pero luego sucedió algo muy extraño. El pájaro voló del árbol para pronto regresar, trayendo en el pico una ramita llena de hojas con las cuales cubrió a su compañera. Ella guardaba los polluelos en el nido. Con calma el macho se posó en una de las ramas más altas. La serpienta, con la cabeza alzada estaba frente a su nido, lista para devorar la presa pero luego presa del pánico, se volvio descendio del árbol y se fue entre la espesura.
Yo subí para ver la ramita de hojas, y me la lleve para mostrarsela a un amigo oriundo del lugar. Le expliqué que para mí era un misterio. Me relató que esas hojas eran motales para la serpiente por eso nunca se acercaba a ellas.
Las Sagradas Escrituras hablan de la "serpiente antigua que se llama diablo y Satanás el cual engaña al mundo entero" (Apocalipsis 12:9). El diablo ambiciona la destrucción de todo ser humano porque ellos son tan inapaces de escapar como los pajaritos que no saben volar. Dios ha provisto una protección para nosotros, la cual es una defensa completa de nuestro enemigo, el diablo. Estar en Cristo Jesús nos sirve de una perfecta protección. Él vino a este mundo para "Destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo" (Hebreos 2:14). En Cristo es creyente es hecho más que vencedor. El ave descrita por el cazador supo cubrir su cría por medio de la provisión hecha por Dios en la naturaleza. Es cosa maravillosa como nuestro buen Dios haya enseñado al pájaro a valerse de las hojas para salvarse de la serpiente. El mismo Dios ha provisto la salvación de los seres humanos por medio de Cristo. Por la fe redentora que Él hizo en la cruz, la persona que cree es salva y segura. Cuando apreciamos la obra magna del Señor, podremos decir con Pablo, "el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2:20).


