Los que hacen de la Mentira su Refugio
Desde la caída de Adán, la naturaleza de todo ser humano pasó a ser una pecaminosidad. cada persona manifiesta su naturaleza caída de diferentes maneras,
"cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después de que ha concebido, da a luz al pecado; y el pecado siendo consumado, da a luz la muerte" Santiago 1:14-15.
Uno de los pecados más frecuentes y comunes en muchos es la mentira, desde la muy mal llamada mentira "piadosa" hasta la murmuración mal intencionada y la calumnia. Algunos aman tanto el mentir, que con su boca bendicen pero maldicen en su corazón. "Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso; ¿quién lo conocerá? Jer. 17:9.
·Hay quién recurre a la mentira para evadir una verdad que no puede o no quiere enfrentar.
·Otros la tienen como juego, cediendo por hábito a las "inocentes" e hirientes bromas.
·Algunos echan mano de ella con premeditación con la sola intención de engañar a los demás.
·Están los se ciñen a ella por escapar de un momento embarazoso, el cual no se atreven a enfrentar por temor al menosprecio o al castigo.
·Otros tienen como hábito justificar justificar todos sus errores mintiendo.
·Muchos adjudican a otros faltas, faltas y errores que quieren negar en sí mismos.
·Hay los que piensan que mentir es nada porque ya es tan parte de su vida que no ven mal alguno.
·Y aún están aquellos tan acostumbrados a mentir que se creen sus propias mentiras.
En una ocasión, Jesús, dirigiendose a los judíos que querían matarlo porque hablaba verdad, les dijo: "Vosotros sois de vuestro padre, el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira" Juan 8:44. O sea que todo aquel que dice y hace mentira está siguiendo las insinuaciones y cediendo a la voluntad del diablo, el mentiroso por excelencia y padre de toda mentira. Es necio y negligente el que ha echo de la mentira su estilo de vida, aunque ésto lo haga esporádicamente y recurra a ello de vez en cuando y cada cierto tiempo. El mentiroso enfrenta y resiste a Dios que es la verdad y acarrea para sí mismo la maldición.