La amistad con Dios
"Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber donde iba" Hebreos 11:8.
Dios le había prometido que su descendeencia sería innumerable, pero Sarai no concebía. Era algo difícil de creer ya que él tenía 100 años y Sarai 90. Entonces Dios le mostró a Abraham las estrellas de los cielos y le dijo que las contara: "Así será tu descendencia", le prometió en (Gén.15:5-6). Es sólo a través de la fe y no por nuestra bondad o buenas obras, que se establece y mantiene una relación con Dios. Después nace Isaac; Abraham y Sara lo aman entrañablemente no solo porque ya tenían un descendiente, sino porque tenían una prueba más de que el pacto que el Señor había hecho con ellos se cumpliría. Isaac se convirtió en el principal motivo para vivir que tenía Abraham.
1- La prueba de su fe: ímaginemonos el pánico que debió sentir Abraham cuando el Señor se lo pidió (Gén. 22:2). Ninguna petición hubiera podía haber sido peor. La orden de sacrificar a Isaac era real y constituía la prueba suprema de la fe de Abraham en que Dios proporcionaría la salida. Lo que estaba en juego era que Isaac era un don de Dios y no una posesión de Abraham. Todos nosotros caemos en ese error: lo que nosotros hacemos con nuestras propias fuerzas es lo importante. ¿Quién i qué es su Isaac? ?Quién compite con Dios por el primer lugar en su vida? La fe es riesgo. Debemos creer que Dios proveerá con la confianza y seguridad de saber que nos dará exactamente lo que necesitamos en el momento oportuno. Dios le lanzó un reto a Abraham y le dio fe, sabiendo que no iba a romper su pacto con él. Abraham sube al monte Moriah; su hijo estaba feliz por acompañarlo a ofrecer un sacrificio.
Isaac confiaba en su padre, pero Abraham confiaba más en Dios. Abraham construe el altar en silencio, prepara la leña y ata a su hijo; Abraham enpuña su cuchillo y en ese preciso momento el Señor lo llama. Ni muy pronto ni muy tarde: Justo a Tiempo (Gén.22:11-12). Abraham había aceptado el riesgo y Dios era fiel a su promesa: proveyó lo necesario para el sacrificio.
Lo que aprendemos de la vida de Abraham:
El Señor nos creó para que fuesemos sus amigos.
La fe es un riesgo: Podemos arriesgarnos sabiendo que el Sñor ama más a nuestro Isaac que a nosotros mismos. Él no quiere un sacrificio religioso de Isaac, sino una rendición sin reservas de nuestro control de la persona o casa que se haya convertido en nuestro Isaac.
La convicción de que el Señor proveerá: Cuando le confiamos al Señor a nuestro Isaac, estamos seguros de que nos dará un modo de salir de nuestras dificultades.
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