"El alma del que trabaja, trabaja para sí, porque su boca le estimula”.
Proverbios 16.26

En la traducción de la Biblia en el lenguaje actual, este versículo dice: “mientras más hambre se tiene, más duro se trabaja”, y esto es una realidad irrefutable como todo lo que enseña la Palabra de Dios.

No esperes que nadie te motive, el querer alcanzar tus objetivos tiene que ser tu fuente de motivación para poder alcanzar y lograr lo que te has propuesto.

Los que triunfan y se destacan en la vida, lo hacen porque tienen la capacidad de automotivarse, y no necesitan ni dependen de alguien que los aliente o los estimule para hacer las cosas que son mejor para ellos.

• Querer comprar tu casa debe ser el mejor estímulo para que ahorres.
• Querer progresar en tu trabajo debe ser el mejor estímulo para capacitarte y esforzarte.
• Querer tener una familia debe ser tu mejor estímulo para sanar tu matrimonio.
• Querer tener salud debe ser tu mejor estímulo para cuidarte.

Muchas veces personas y circunstancias nos terminan presionando por no haberlo hecho nosotros mismos para realizar las cosas que son mejores para nosotros.

Por eso muchos son presionados por la falta de techo, por un jefe en su trabajo, por un ultimátum de divorcio en el matrimonio o por una enfermedad en su vida.

No te olvides que los mediocres necesitan ser supervisados, pero las personas de excelencia se supervisan a sí mismas.

Establecé con claridad las cosas que querés lograr, y no te olvides que la motivación y la supervisión para alcanzarlas, deben provenir de tu interior, al desear ver esas cosas hechas realidad.

Yo bendigo tu vida para que esas cosas que deseas obtener se conviertan en el motor para salir a concretarlas; no te olvides que Dios te ama y quiere bendecirte, solamente está esperando que te dispongas a lograrlas.

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