Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él. 1 Juan 4:16
Ninguno de nosotros tenemos la capacidad de comprender al cien por ciento el amor que Dios siente por nosotros; y no necesitamos comprenderlo, solo disfrutarlo. La Biblia nos enseña que el amor de Dios es infinito.
Hoy Dios nos dice: “Con amor eterno te he amado, por eso te he dado vida, para que cada uno de esos días que te he dado, puedas conocerme”. El amor de Dios no tiene límites, así que todos podemos disfrutar de su amor, y ese es uno de los deseos del corazón de nuestro Padre Celestial.
Dios nos diseño de tal forma que todos necesitamos dar y recibir afecto, cariño y amor. La palabra amor tiene cuatro raíces griegas que nos ayudan a comprender mejor su significado y que algunos los llaman cuatro tipos de amor. Estas palabras son: ágape, filos, storgue y Eros. Cada una de estas palabras, nos muestran el amor de diferentes perspectivas, pero que nos llevan a diferenciarlas del amor verdadero.
Amor de Dios.
La primera palabra es ágape: Esta palabra nos habla del amor que Dios nos da. Este amor es puro, perfecto y verdadero. Este amor es incondicional, Dios no nos pide nada a cambio, solo que recibas a Cristo como Señor y Salvador, y el amor vendrá sobre ti.
Hablar del amor de Dios, es hablar del gran sacrificio que hizo por nosotros; dar a su Hijo unigénito Jesucristo para que por su muerte y resurrección, nosotros pudiéramos disfrutar de lo que el Padre planeó para nosotros. Este es el verdadero amor, Dios es la fuente de todo amor.
Amor de Familia.
La segunda palabra es filos: Esta palabra nos habla del amor entre la familia, el amor que se siente el padre hacía sus hijos, y los hijos hacia los padres. Entre el amor de los abuelos a los nietos y viceversa. Todo lo que tenga que ver con la familia. La Biblia nos habla de la restauración familiar. “… hará volver el corazón de los padres hacía los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres…” (Malaquías 4:6).
Amor de Amigos
La tercera palabra es storgue: Esta palabra nos habla del amor entre los amigos, entre los compañeros. Dios también se agrada cuando tenemos amigos y los amamos y cuidamos, él mismo nos enseña que: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano” (Proverbios 18:24). También nos dice que: “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempos de angustia” (Proverbios 17:17). Hay que buscar amigos de bendición que nos ayuden a conocer más a Dios. Como aquellos amigos de Daniel que por su fe, fueron librados del horno de fuego ardiente.
Amor de Pareja
La cuarta palabra es Eros: Esta palabra nos enseña del amor entre una pareja del sexo opuesto. Este es el amor que siente un hombre por una mujer y viceversa; este amor esta restringido al matrimonio. El deseo de Dios es que el hombre no este solo y tenga ayuda idónea, una mujer sabia que edifique su casa. En la televisión, muchas personas famosas que se divorcian dicen que lo hacen por que el amor se acabo, esta es una gran mentira del diablo. Lo que esa gente busca es la atracción física y los alimentar los deseos de la carne; mas Dios estableció el matrimonio para ser de bendición (Génesis 2:27-28).
Dios es la fuente de amor
Para poder amar a la familia, a los amigos y a nuestra pareja, necesitamos buscar y llenarnos del amor de Dios, este es el verdadero amor. Difícilmente podremos amar a otros y aun amarnos a si mismo si primero no recibimos el amor que viene de lo alto. Hasta este momento “… nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” (1 Juan 4:16).
Esto quiere decir que si hemos creído en el amor de Dios, y si permanecemos en él, Dios que es amor, permanece en nosotros. En otras palabras, Dios es la fuente de amor. Si recibimos a Dios, tenemos su amor, y por consecuencia, podremos amar a otros.
No debo pasar un día sin sentir el amor que Dios me da. Aprendí que solo el me amará como nadie más lo podrá hacer. Creo en el amor que me da mi familia y la gente que me rodea, es bonito sentirme amado por la gente que amas, pero ninguno de ellos se compara a lo que Dios siente por mí. Es por eso que lo llamo el verdadero amor, porque como dice la Palabra el amor de Dios “nunca deja de ser” (1 Corintios 13:8a).
Una buena forma de demostrar que amamos a Dios es viviendo una vida integra, tratando cada día de ser mejores personas, de servir a los demás, de no permitir que el odio, el rencor y todo sentimiento negativo se aniden en nuestros corazones, sino al contrario, vivir cada día dependiendo de Dios, descansando en El y permitiendo que El sea quien guíe la barca de nuestra vida.
Mis amados hermanos, Dios anhela que demostremos ese amor que decimos sentir por El, Dios anhela que tratemos cada día de vivir santamente, apartados del pecado y consagrados a Él, sé que es difícil, se lo que cuesta, pero no nos cansemos en el intento de demostrar que lo amamos.
Quizá fallaremos en alguna ocasión, quizá en algún momento con nuestras acciones demostraremos lo contrario, pero por favor, no desistamos de seguir intentando, nunca nos rindamos en el intento por demostrar que ese amor que sentimos por El lo queramos reflejar a través de una vida santa que lo agrade.
Intentemos cada día ser mejores en El, ¿Cómo? Demostrando con nuestras acciones, palabras, pensamientos, que realmente lo amamos
Gracias Sra Sara.
GRACIAS POR TU AMISTAD, FELIZ DIA
Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico .