Con los ojos de Jesús
El propósito de la vida de todo creyente es ser como Jesús, pero a veces las circuntancias en que
vivimos no nos son favorables y retan nuestro carácter, nos sentimos desafiados y es un hecho
que estamos en guerra, para hacer morir al viejo hombre y buscar que Cristo crezca en
nosotros. Sin embargo muchas veces no sólo tenemos que enfrentar algún infortunio, sino
también relaciones sociales que hacen parte de nuestra humanidad, nuestro vinculo con nuestros
amigos, familiares, hermanos, muchas veces se ven afectados por obras que hacemos mal o
aquellos actos negativos de otros que nos afectan y que coaccionan nuestro comportamiento y que
causan un retroceso de ser como el Señor.
La convivencia no es nada fácil pero Dios ha dado pautas en Su Palabra para poder manjar estas
situaciones de una manera mucho más sabia y poner los ojos en las cosas celestiales más que en
las terrenales. Se trata de ver con los ojos de Jesús, de tratar a los demás como el Señor lo haría,
y agradarle en esto. Se trata de ver con los ojos de Jesús, de tratar a los demás como Cristo lo
haría, y agradarle en esto.
Cada vez que nosotros nos quejamos de nuestro hermano, terminamos sin quererlo atacando
directamente la obra de Dios y cuestionando el proceso que Dios opera en cada persona pues Él
es quien da el crecimiento a cada uno, "Si Jehová no edificarre la casa, en vano trabajan los que
la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia" Salmo 127:1.
"Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también
lo hacemos nosotros para con vosotros" 1 Tesa.3:12. Cada hermano tiene un proceso diferente y
Dios obra en su vida como sabiamente le place, es por esto que debemos tener cuidado en juzgar
de manera equivocada, pues nuestro es una obra de Dios que está en proceso de ser perfeccionada.
"Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por
tu voluntad existen y fueron creadas" Apocalipsis 4:11.
Pero nosotros nos quejamos porque nuestro hermano no avanza, porque no camina
como debería, porque no es tan espiritual, muchos de nosotros vemos a los demás como
inconstantes, como inferiores, pecadores, pero es sabiido de todos nosotros que muchas veces
somos heridos, que caemos y que muchas veces nos es de mucha dificultad levantarnos, que nos
falta la fe, el vigoe, y la vehemencia para servir, para mantenernos firmes y continuar la carrera,
es por eso que la Biblia pide en Gálatas 6:10 " Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna
falta, vosotros que sois espirituales, restaurarle con espíritu de mansedumbre, considerándote a
ti mismo, no sea que tú también seas tentado" Si todos padecemos, sufrimos y caemos, ¿Por
qué osaríamos en superiodidad,ventaja, desprecio y muchas veces gobernar sobre nuestro
prójimo o ensorearnos de él?.
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