“Jesús notando como los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: cuando alguien te invite a una boda, no te pongas en el primer puesto”. Lucas 14:7:8
Jesús no fue una persona cómoda para la “gente importante”de su tiempo. Y tampoco lo es para los de ahora.
Jesús es invitado a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos. Pero la intención de estos no es compartir, si no ver si lo podían agarrar en alguna cosa rara , para atacarlo.
Se trata de observar de cerca su comportamiento; quienes se resisten a su mensaje desearían encontrar debilidades, para atacarlo y tener razones o excusas , para no hacerle caso.
Jesús según su estilo, los escandaliza , curando a un enfermo, en sábado y viene una discusión que concluye así: ”Y no pudieron replicar a esto” Pero no basto con eso. Al ver que los invitados (debió ser una comida importante) buscaban los primeros puestos, les cuenta una parábola, cargada de mensaje. En ella trasmite un tema central, que insistía en su predicación: Todo el que se enaltece sera humillado; y el que se humilla sera enaltecido.
Jesús quiere que seamos felices por eso enseña caminos para lograrlo. Uno de estos caminos, es no ser tontos, ridículos, pretendiendo ser mas que los demás, creerse mas importantes, ver a los demas para abajo.
Ser humildes no es ser tontos.
No tengas miedo, el humilde tiene libertad, autoestima y capacidad para amar.
No vivas buscando apariencias, Dios tiene otra visión y otras matemáticas. Los últimos seran los primeros. Los despreciados e insignificantes son los primeros,en la perspectiva del Reino.
Así Jesús mueve el piso e incomoda.
Del salmo 93: Cuando digo “Vacila mi pie”, tu amor, Yahve, me sostiene; en el colmo de mis cuitas interiores, tus consuelos me confortan por dentro.
Textos Bíblicos: Romanos 11: 1:2-11:12; Lucas 14: 1.7:11; 5 minutos de oración