Cada vez mas violencia mas maldad en la tierra parece que el amor ha muerto la locura reina sobre la humanidad. Jovenes acabados niños abandonados a precio de placer y decidiendo solo el interes.
¿Dónde queda la justicia y la venganza dónde quedan el castigo y la razón? ¿Por qué callas Tú Señor y nos olvidas? ¿Cómo puedes permitir tanto dolor? ¿Dime donde está aquel Dios el Dios de Elias que de vez en cuando se dejaba oir? ¿Cúanto tardará aún tu Espiritu en venir...?
Necios como niños, torpes cahorrillos, como nos gusta jugar y nos gusta preguntar aquello que hace tiempo sabemos ya. Dios aún sigue hablando sigue aún contestando y aquel que quiere oir aún puede percibir Su voz de amor.
Cómo puedo Yo derramar de mi Espiritu si mis hijos no se vuelven hacia a mi, ahora ciñete como un varon valiente, Yo hablaré y tu me contestarás a mi ¿dónde estan aquellos hombres como Elias que dejaron todo por seguirme a mi, que rompieron compromisos sólo por agradarme a mi, donde estan aquellos tres que en Babilonia prefirieron ser quemados a ceder? ¿Dónde esta aquel Daniel que me adoraba? ¿Dónde esta la santidad de aquel José? ¿Dónde esta ese niño que mató al gigante? ¿Dónde están los sucesores de Josúe? ¿Donde estan esas mujeres entregadas como Ester?
Jóvenes acabados niños abandonados a precio de placer y pagan el inocentes los errores de otros en el ayer....
Si mi pueblo se volviese y me buscase renovando asi su entrega y su fé, si me amasen com aman sus caminos, si olvidasen los rencores del ayer, Yo abriria las ventanas de los cielos y la tierra hoy veria mi poder, mientras tanto aún repito como antaño: buscadme y vivireis.
Cada vez mas violencia mas maldad en la tierra parece que el amor ha muerto la locura reina sobre la humanidad. Jovenes acabados niños abandonados a precio de placer y decidiendo solo el interes.
¿Dónde queda la justicia y la venganza dónde quedan el castigo y la razón? ¿Por qué callas Tú Señor y nos olvidas? ¿Cómo puedes permitir tanto dolor? ¿Dime donde está aquel Dios el Dios de Elias que de vez en cuando se dejaba oir? ¿Cúanto tardará aún tu Espiritu en venir...?
Necios como niños, torpes cahorrillos, como nos gusta jugar y nos gusta preguntar aquello que hace tiempo sabemos ya. Dios aún sigue hablando sigue aún contestando y aquel que quiere oir aún puede percibir Su voz de amor.
Cómo puedo Yo derramar de mi Espiritu si mis hijos no se vuelven hacia a mi, ahora ciñete como un varon valiente, Yo hablaré y tu me contestarás a mi ¿dónde estan aquellos hombres como Elias que dejaron todo por seguirme a mi, que rompieron compromisos sólo por agradarme a mi, donde estan aquellos tres que en Babilonia prefirieron ser quemados a ceder? ¿Dónde esta aquel Daniel que me adoraba? ¿Dónde esta la santidad de aquel José? ¿Dónde esta ese niño que mató al gigante? ¿Dónde están los sucesores de Josúe? ¿Donde estan esas mujeres entregadas como Ester?
Jóvenes acabados niños abandonados a precio de placer y pagan el inocentes los errores de otros en el ayer....
Si mi pueblo se volviese y me buscase renovando asi su entrega y su fé, si me amasen com aman sus caminos, si olvidasen los rencores del ayer, Yo abriria las ventanas de los cielos y la tierra hoy veria mi poder, mientras tanto aún repito como antaño: buscadme y vivireis.
Muchos tal vez no le dan mucha importancia a la promesa del Señor Jesús en Jn. 14:2-3 “En la casa de mi Padre muchas moradas hay: de otra manera os lo hubiera dicho: voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere, y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré á mí mismo: para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Está hablando de que nos tiene un lugar en la ciudad celestial
Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista. Llegado el momento, se tiró el paño que velaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso.
Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía.
Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: “¡Su puerta no tiene cerradura! ¿Cómo se hace para abrirla?“ El pintor tomo su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo leyera:
Apocalipsis 3, 20:
"He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.”
”Así es”, respondió el pintor. “Esta es la puerta del corazón del hombre.” "Solo se abre por dentro.”